Dos motorizados lo pararon en la vía, lo hicieron bajarse de su moto Bera socialista azul que compró hace un mes y le dieron cinco tiros en el pecho
Kelvin Bravo Riveros (19) se graduó de bachiller y estaba esperando cupo para estudiar ingeniería mecánica en la universidad. Vivía en el kilómetro 8 de El Junquito con sus padres y su hermana menor.
El lunes los jeepseros de la línea Santa Ana suspendieron el servicio en protesta, porque un conductor, conocido como “Papo”, fue secuestrado y hallado muerto en Los Teques. Las paradas de Carapita estaban repletas, Kelvin le dijo a su madre, si no estoy haciendo nada, me voy a ganar esa platica, y salió a mototaxear.
-A las 7:30 pm me llamó, mamá, ya me gané 1.500, prepárame una arepa.
Keila Riveros esperaba a su hijo cuando le avisaron que lo llevaron tiroteado al hospital Pérez Carreño. Dos motorizados lo pararon en la vía, lo hicieron bajarse de su moto Bera socialista azul que compró hace un mes y le dieron cinco tiros en el pecho.
Los parientes no saben si intentaron quitarle la moto ó se trató de una venganza, porque hace 15 días lo amenazaron.
Ese día Kelvin le llamó la atención a una vecina porque el motorizado que la llevaba pasaba a exceso de velocidad y había niños jugando. Al día siguiente el hombre le reclamó y le dijo “te voy a plomear”.
-Pedir justicia para qué si no la hay. Esto es a diario, no soy la primera madre a la que le quitan un hijo, ni la última, pero hoy me tocó a mi, dijo Keila Riveros.
AA