Mauricio Macri, presidente electo de Argentina, dijo desear este viernes «que gane la democracia» en las elecciones parlamentarias de este fin de semana en Venezuela tras reunirse con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
Macri, que asumirá la presidencia de Argentina el 10 de diciembre y escogió a Brasil como su primer destino extranjero tras ganar las elecciones, sostuvo que comparte con Rousseff la preocupación por las tensiones políticas existentes en Venezuela.
«Ambos estamos realmente observando con atención lo que va a pasar el domingo y el día posterior, esperando que se vaya diluyendo la tensión con la cual se vive hoy en Venezuela. Estaremos atentos», dijo en una rueda de prensa.
«Hay una enorme tensión y esperamos que gane la democracia», añadió, antes de informar que el tema será parte de la agenda de la reunión bilateral que sostendrá con Rousseff el día de su asunción en Buenos Aires.
Durante su campaña Macri anticipó que invocará la cláusula democrática para suspender al país petrolero «por abusos y persecución a opositores» el 21 de diciembre durante la cumbre de Asunción del Mercosur, bloque que integran los tres países junto a Uruguay y Paraguay con Bolivia en proceso de adhesión.
La propuesta le generó un desacuerdo con Rousseff, para quien esa herramienta solo puede usarse ante hechos concretos y no en términos genéricos.
«No siento que tengamos posiciones tan encontradas, ambos países, dirigentes, equipos de gobierno, tenemos un compromiso inclaudicable con la democracia, la defensa de los derechos humanos y las libertades», dijo.
«Cada uno la expresa con su estilo y sus maneras, pero en el fondo de la cuestión compartimos los mismos valores», agregó.
Lilian Tintori, esposa del dirigente radical opositor venezolano Leopoldo López, que cumple una larga condena en su país acusado de instigar a la violencia, estuvo junto a Macri en Buenos Aires durante los festejos de su victoria electoral.
Las elecciones legislativas venezolanas podrían terminar con 16 años de hegemonía chavista en el Congreso si se cumplen los sondeos que atribuyen a la oposición una ventaja de entre 14 y 35 puntos, en medio de una fuerte crisis económica y baja popularidad del presidente Nicolás Maduro.
Macri, un exempresario de sesgo liberal, llegó a Brasil en un momento de alto voltaje, solo 48 horas después de que fuera aceptado un pedido de juicio político contra Rousseff por supuesta adulteración de las cuentas públicas que podría terminar con su mandato.
«La vi muy tranquila, me explicó lo que estaba sucediendo (…) Confío plenamente en las instituciones de Brasil, un país fuerte, sólido, que ha demostrado a lo largo de las últimas décadas una consolidación de su sistema democrático», dijo presidente electo argentino.
AFP