La ministra de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez, diferenció hoy entre el «respeto» del expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero a las elecciones en su país y la «ilegalidad irrespetuosa» de otros expresidentes.
Tras recibir y agradecer a Zapatero el papel de «acompañante» electoral que cumplió el pasado domingo en Caracas durante las elecciones legislativas nacionales, Rodríguez destacó que lo desempeñó con una «actitud de respeto» hacia el país suramericano.
Rodríguez Zapatero «vino en una actitud de respeto como acompañante no injerencista» y contribuyó con un proceso electoral que «ha derribado las mentiras impulsadas por la derecha internacional y sus aliados venezolanos», que «malpusieron a Venezuela», declaró la canciller a los periodistas.
Con el expresidente del Gobierno español «hemos hecho un balance muy, muy interesante y, primero que nada, le he agradecido, en nombre del presidente Nicolás Maduro», dijo, su participación en los comicios parlamentarios del domingo, ganados por la oposición.
«Le dijimos lo que le hemos dicho permanentemente al Gobierno español: que no se inmiscuya en los asuntos internos de Venezuela», cuyo pueblo «está dispuesto a las mejores relaciones, «siempre y cuando se le respete y no se inmiscuyan en sus asuntos», subrayó.
Rodríguez Zapatero llegó a Venezuela como invitado del Consejo Nacional Electoral (CNE), al igual que, entre otros, el expresidente dominicano Leonel Fernández, jefe de la misión electoral de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en Venezuela, recordó.
Como invitados por la oposición, llegaron a su vez los expresidentes Jorge Quiroga (Bolivia), Andrés Pastrana (Colombia), Mireya Moscoso (Panamá), Miguel Ángel Rodríguez (Costa Rica), Luis Alberto Lacalle (Uruguay) y Laura Chinchilla (Costa Rica).
A estos últimos el CNE les retiró las credenciales tras acusarlos de violar las leyes al pedir el cierre de los colegios electorales tras doce horas de votación, pese a que la norma venezolana lo prohíbe mientras halla electores en fila esperando sufragar.
El «respeto» de Rodríguez Zapatero contrastó con «la actitud de irrespeto e ilegalidad» de estos expresidentes a quienes Maduro también recibió en su despacho, recordó la canciller venezolana.
«Maduro les abrió las puertas con respeto y quedaron muy mal, realmente muy mal. Violaron las leyes de la república, violaron las leyes electorales de Venezuela y así consta en el informe (de la Unasur)», aseguró la jefa de la diplomacia venezolana.
«Excedieron su presencia de acompañamiento electoral de una de las partes de la contienda electoral y violaron las leyes de Venezuela (…); deberían saber que deben ir a un país con profundo respeto del derecho internacional público y las leyes del país que los recibe» y al no hacerlo, reiteró, se les critica «el papel bochornoso que jugaron».
La canciller también volvió a criticar al uruguayo Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), instancia que el CNE se negó a invitar, y dijo que sucumbió a «las presiones» de la oposición venezolana.
Almagro, remarcó, «hace tiempo que perdió seriedad» y «sobre Venezuela sencillamente se autoinvalidó, no tiene autoridad moral ni administrativa ni ética para opinar sobre Venezuela», dijo.
«No necesitamos el tutelaje colonial imperial de la OEA ni de ningún otro centro imperialista (…); Almagro pretendió desligitimar» al CNE y así demostró un «irrespeto profundo» al país suramericano, remató la jefa de la diplomacia venezolana. EFE