Freddy Guerra, tío de Bryan Alberto Rosales Guerra, de 22 años, declaró en la morgue que un vecino fue quien trasladó a su sobrino hasta el hospital de Los Magallanes, pero falleció. Otros jóvenes que fueron testigos del crimen desaparecieron
Bryan Alberto Rosales Guerra, de 22 años, murió al recibir un disparo en el cuello cuando se encontraba con un grupo de amigos en la platabanda de una vivienda, en la segunda calle El Amparo, en Catia, la tarde de este domingo. Uno de sus acompañantes manipulaba un arma de fuego y presuntamente se le escapó el tiro.
Rosales era hijo único, bachiller y estaba desempleado. El sitio donde se encontraba era una vivienda multifamiliar donde los muchachos del barrio se reunían a conversar. Nadie dio explicación de la identidad de la persona que tenía en sus manos el arma de fuego pero la familia de la víctima ya presume tener alguna idea. Lo que no se explican es por qué había una pistola en ese lugar.
Su tío, Freddy Guerra, declaró este lunes de la morgue de Bello Monte. Dijo que un vecino fue quien trasladó a su sobrino hasta el hospital de Los Magallanes de Catia, pero falleció. Los otros jóvenes que fueron testigos del crimen desaparecieron.
A Guerra el 6 de agosto pasado le mataron a dos de sus cinco hijos, Dervin Guerra (34) Y Yorvin Guerra (27), también en el barrio El Amparo. El primero era taxista y el segundo mototaxista. Por esos días habían robado la moto de un vecino, uno de los hermanos supo quién era el responsable y le dio el dato al dueño del vehículo.
Fueron hasta su casa pero estaba su madre a quien le hicieron el reclamo. Cuando el presunto ladrón apareció y se enteró, fue a buscarlos. Le dio a Yorvin un tiro y cuando su hermano se metió a defenderlo, también le disparó. Ambos murieron.
Para la fecha el responsable de ese doble homicidio sigue libre. “Me mataron a mis dos hijos pero tengo que mantenerme en pie por los tres que me quedan. Es un dolor muy grande pero tengo que seguir viviendo por ellos, sino me habría tirado al abandono. Ahora fíjate mi hermana, su único hijo, cómo supera ese dolor”, comentó.
El tío de la víctima dijo que no quería hablar ni hacer juicios con respecto a lo que sucedió con su sobrino porque luego de enteraron de que al parecer el disparo fue accidental, no hubo intención de herirlo. Al respecto, reflexionó con respecto a la cantidad de armas que circulan por las calles y que caen en manos de la juventud sin que se plantee de manera seria la aplicación de la Ley Desarme.