La Misión Transporte, realizó durante 2014-2015 la mayor inversión de la historia en materia de transporte • El acaparamiento y la especulación dispararon los precios de flota, insumos y repuestos creando la crisis actual, • La dirigencia del transporte se niega a la unificación del sector y la procura de soluciones cogestionarías dejándole todo al Estado
“El tema del trasporte ha copado la palestra pública, por la intensa campaña de la “Misión Transporte, creando rutas de transporte masivo y colectivo y entregando a privados más de 15.000 unidades entre taxis, buses, microbuses, utilitarios, camiones, en el último semestre del año. A eso se le suman cerca de 10.000 pensiones asignadas a los adultos mayores que han hecho transporte toda su vida, una obra loable que expone la gestión del presidente obrero Nicolás Maduro Moros”.
Esta declaración proviene de un dirigente controversial, reconocido por su consecuencia y convocatoria, que se considera asimismo parte del “transporte emergente nacido y empoderado durante la revolución bolivariana”, con bastante presencia en los medios, portaestandarte del “Plan Espada de Bolívar Ecosocialista”; con 25 años en el transporte, de esos que no le dan nada pero sigue adelante; se trata de Félix Enrique Jaramillo, quien es el vocero Nacional de la Asamblea Socialista de las y los trabajadores del Transporte (ASNT) y de la Plataforma del Poder Popular del Transporte, uno de los pilares de la Unión Latinoamericana de Transportistas de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos, ALBA-TCP, con quien nos propusimos realizar este primer Foro-Noticia para el tema del transporte.
Para Jaramillo, hay una situación subyacente en el sector. “Hay mucho descontento con el tema de la distribución y asignación de las unidades de transporte de la Misión. Se nos ofreció una mesa de asignaciones, para discutir los criterios y darle participación a los gremios que somos los que conocemos a las y los trabajadores, así como la realidad de las carencias y demandas en el servicio que prestamos, sin menoscabo de una cuota parte para los gobernadores y alcaldes.
-¿Pero entonces no hubo un criterio técnico para las asignaciones en la Misión Transporte?
-Mucho capitalista del transporte se benefició de la Misión. Creo, además, que dejamos pasar una excelente oportunidad para cambiar “chatarra” por carros nuevos y producir cabillas para la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV). “Por otra parte y es un lugar común, a pesar de los esfuerzos a través de las proveedurías, nos está matando el acaparamiento y la especulación con insumos y repuestos y prácticamente los compañeros se paran al no tener con que comprar un juego de cauchos, por decir algo”, dice el gremialista del volante.
-¿Y sobre esa posible bomba de tiempo?
-Cuando digo que tenemos una bomba de tiempo -enfatiza Jaramillo- ni especulo ni soy irresponsable; más bien refiero con conocimiento y a conciencia de solución. Ubiquemos el marco político y analicemos que a partir del ya a la vuelta enero de 2016, comienza el tema del ajuste a las tarifas del transporte que al juntarse con las necesidades de flota, cauchos, baterías, repuestos, conduce a un terreno sumamente delicado. La dirigencia, para no verse arropada por la situación, amén del contexto político, favorable a los eternos promotores del “Hora Cero”, comenzarán a calentar el ambiente.
El Ministerio de Transporte Terrestre y Obras Públicas, como ha sido su política, convocará a los líderes tradicionales, para atender la coyuntura; siempre ha sido así. Aguas abajo, sin participación en las Mesas de Dialogo, más de 80.000 avances y 60.000 porpuesteros, “rapiditos”, taxistas, desconocidos por el transporte tradicional, están en la cumbre de la desesperación y si prevalece la amenaza del paro por razones politiqueras y el desconocimiento de las bases y de los usuarios y usuarias, he aquí el detonante de la bomba que juntará a Tirios y Troyanos”
Para Jaramillo, el Gobierno debe abrir las puertas a la participación. “Creo que el transporte debe ir hacia un gran Congreso para debatir la situación, acordar propuestas y refundar el gremio. Si la oposición no participa entonces lo haremos los bolivarianos. Sin protagonismos ni mezquindades, para que nazca un movimiento de transporte Unitario Nacional donde estemos y quepamos todos y así como fuerza, mancomunar los esfuerzos y procurar alternativas y soluciones más allá de la coyuntura, donde participe todo el que haga transporte y este organizado, con una participación importante para las y los usuarios del servicio.
-¿A pesar de las diferencias políticas, eso es posible?
-En este marco, tarifas, financiamiento, provisión de repuestos y cauchos, etcétera, pueden darse en base al consenso y la planificación y dejar de trabajar el tema a saltos, con paños calientes. El país, que es de todos, espera lo mejor de nosotros y no lo estamos haciendo, aunque nos parezca a unos y otros, incluido nuestro Gobierno, sostiene el dirigente del transporte.