SAU PAULO. El ministro de Justicia de Brasil, José Cardozo, aseguró el martes que «preferiría morir» a tener que cumplir sentencia en alguna de las cárceles del país, que tildó de «medievales» y con altos índices de violaciones a los de derechos humanos y necesitan ser mejorados.
«Si tuviera que cumplir muchos años de prisión en alguno de nuestros presidios, preferiría morir», lanzó Cardozo en un encuentro con empresarios en Sao Paulo, ciudad que atraviesa por una ola de violencia, impulsada en parte por grupos criminales que operan dentro de las cárceles.
«Los presidios en Brasil aún son medievales y sus condiciones aún necesitan ser mejorados. Entre pasar años en un presidio de Brasil y perder la vida, tal vez preferiría perder la vida, porque no hay nada más degradante para un ser humano como que se le violen sus derechos humanos», reiteró.
El titular indicó que se debe impulsar un sistema de «reinserción social».
El ministro de Justicia es responsable de la administración y política penitenciaria a nivel nacional.
Con una población de 194 millones de habitantes, Brasil cuenta con más de 500.000 presos en las más de 1.100 cárceles (la gran mayoría administradas por los estados) y el gobierno prevé invertir hasta 2014 1.000 millones de reales (unos 480 millones de dólares) en la construcción de nuevas celdas para reducir el hacinamiento en los penales.
El 43% de los presos corresponde a personas en prisión provisional que no han recibido sentencia, según el Consejo Nacional de Justicia (CNJ). Entre 2010 y 2011, el organismo dispuso la excarcelación de 21.000 personas al comprobar que estaban detenidas irregularmente, una gran parte de ellas con condenas vencidas.
El ministro de Justicia de Brasil, José Cardozo, aseguró el martes que «preferiría morir» a tener que cumplir sentencia en alguna de las cárceles del país, que tildó de «medievales» y con altos índices de violaciones a los de derechos humanos y necesitan ser mejorados.
AFP