El engaño sustituyó al análisis de la realidad; quien hablaba de carencias, defectos, era catalogado de enemigo y así tratado
Es notorio el desprecio de la alta dirigencia de este gobierno por el conocimiento, por lo intelectual, llega a usarse como una ofensa; es chocante el desprecio por la crítica, instrumento para entender.
Es del conocimiento de todos el saboteo a los intentos de organizar el estudio; la Escuela de Cuadros del PSUV es algo así como un elefante azul.
Al principio no se evidenciaba la necesidad del estudio, del conocimiento, una declaración sin fondo arreglaba cualquier duda, las cifras volaban tanto como la imaginación y la soberbia.
No podía haber equivocación, no podía haber falla, el gasto social garantizaba el apoyo. Y así, el engaño sustituyó al análisis de la realidad; quien hablaba de carencias, defectos, era catalogado de enemigo y así tratado.
Pero la realidad habló, y la crisis se agudizó, la derecha externa agarró poder, obtuvo 2 millones de votos más que el chavismo. Entonces, las frases huecas no sirvieron para explicar, los intentos quedaban como pérdida de cordura.
Se hablaba de un apoyo del pueblo que no se reflejaba en los votos; al contrario, la derrota era aplastante, se pregonaba una mayoría circunstancial que sólo tenía de circunstancial lo atropellado de la explicación.
Se hicieron evidentes las fallas teóricas, ya las frases hechas, huecas, no ayudaban a comprender los problemas de la realidad, la masa desarmada sólo tenía al desespero como respuesta, los brotes de violencia suplieron la falta de argumentos, las declaraciones destempladas sirvieron para salir del aturdimiento de la incapacidad de entender, de explicar.
Así estamos hoy, golpeados y sin saber cómo salir de la miasma, carecemos de las armas teóricas que nos expliquen la realidad y sin comprenderla no es posible la Revolución.
No fueron palabras vanas las del clásico, que dijo: «Sin teoría revolucionaria, no hay práctica revolucionaria». Nosotros podríamos añadir: sin teoría revolucionaria, las masas son dirigidas por teorías reaccionarias, la Revolución es derrotada.
No vamos a discutir en este trabajo los cambios que hizo el gobierno (sólo diremos que la burguesía sonríe), queremos enfatizar que las áreas más importantes de la confrontación que asoma en el horizonte, el conocimiento y la espiritualidad, están abandonadas, sólo estamos atendiendo lo material. Es decir, estamos cometiendo el mismo error que nos trajo hasta aquí.
Es necesario un plan de emergencia de formación, armar a nuestras filas, a la masa chavista de conocimiento, pasión, herramientas de pensamiento, argumentos. Afinar nuestros conceptos; por ejemplo, ¿a qué nos referimos cuando decimos «pueblo»?, ¿es el pueblo igual, siempre?, ¿o cambia?; cuando apoya a la MUD, ¿es igual a cuando apoya al PSUV?, ¿qué cambió, cómo cambió?, ¿de quién es la responsabilidad?; por ejemplo, ¿es la mayoría un criterio de veracidad, siempre tiene la razón?; cuando Chávez tenía escaso 6 por ciento, ¿el noventa y cuatro restante tenía razón y Chávez estaba equivocado?; ¿por qué la gente no salió el 27N, ni el 4F, pero sí lo hizo en abril y ficiembre, qué cambió, cuál fue el papel de la vanguardia?
Estudiar, pensar, son tareas indispensables para la batalla que libramos…
Toby Valderrama
y Antonio Aponte
aporrea.org