En uno de mis viajes a África en el año 1992 con motivo de discutir el impacto del mal llamado descubrimiento de América y su impacto en ese continente, organizado por la Unesco, hice un recorrido en Cabo Verde y más concretamente en la isla de Sal. Alli observé cómo se ensayó el proyecto de las plantaciones de la caña de azúcar que luego trasladarían al Caribe. Fue el azúcar el rubro agrícola principal para la explotación intensiva de millones de africanos y africanas, secuestrados desde África para trasladarlos trágicamente al Caribe, una vez exterminados más de doce millones de aborígenes. Fue en este espacio donde comenzó la primera globalización perversa de la humanidad.
Fue en este espacio Caribe donde los dioses y diosas africanas se encontraron para parir una afroespiritualidad que hoy le sigue diciendo al mundo que la fe está por encima de lo material. Fue en el espacio Caribe donde los movimientos independentistas de tierra firme tomaron aliento para retornar como huracán por la independencia definitiva del imperio español. El Caribe, tanto el insular como el de tierra firme, es hoy un espacio lleno de complejidades, no sólo por las variedades lingüísticas y culturales, sino por estar ubicado en el ojo del huracán expresado en las distintas intervenciones que las potencias extranjeras han realizado a lo largo y ancho de medio milenio.
No hay un siglo, desde 1492, en el cual alguna potencia extranjera haya dejado de intervenir en el Caribe: Haití, República Dominicana, Nigeria, Granada, Panamá, Puerto Rico, Cuba, entre otros espacios del Caribe insular y de tierra firme. En República Dominicana quedan las balas de los fusiles estadounidenses en las antiguas fortificaciones cuando intervinieron en el gobierno de Juan Bosh, asi como en El Chorrillo de Panamá. Granada llorra aún la muerte de Maurice Bishop. En el Caribe nacen los huracanes como recordándole al mundo que cada una de esas islas es una historia profunda y que desde alli existe una propuesta a la humanidad, una afroepistemología que vieron nacer a Bolívar, Miranda, Makandal, Louverture, Chirino, Rey Miguel, Benkos Bioho.
Los procesos de desintegración humana
Desde la República Bolivariana de Venezuela se han venido gestando dos procesos de investigación que en una década han dejado un ejemplo para la humanidad. Se trata del proyecto Alba, donde varios países caribeños han aumentado sus grados de conciencia política pese a las derrotas históricas llenas de intervenciones. Alba y Petrocaribe son hoy una referencia de integración en el espacio Caribe. Existen los proyectos de intercambio económico bajo la figura de comercio justo. Ante estos proyectos de integración con extraordinarios resultados e impacto social, la oposición radical ultraderechsita venezolana imulsará la Ley Candado. Esta iniciativa, liderizada por el partido Primero Justicia, pretende eliminar nuestra solidaridad con el espacio Caribe, olvidando los aportes morales y políticos, asi como su apoyo a Bolívar. Haití, Jamaica, Trinidad y Cartagena de Indias dieron apoyo y refugio a Bolívar y a nuestros líderes independentista. Desde el año 2010, el partido Primero Justicia viene planteando con fuerza esta ley para acabar con la solidaridad y nuestra cooperación humana con el Caribe, como lo viene desarrollando Petrocaribe, no solo desde el punto de vista económico sino de la solidaridad humana. Como alternativa, ante los fracasos de proyectos de inspiración imperialista con el fracasado Alca, ahora la derecha internacional está impulsando el proyecto de integración mortal denominado Alianza Pacífico, creada por el expresidente peruano Alan García y hoy continuada por el presidente Ollanta Humala. Esta inciativa surge en el 2011 planteada por Perú, Chile, Colombia y México y emerge casi a la par que el proyecto de integración de la Celac (donde no participa, ni Estados Unidos ni Canadá); en Alianza Pacífico sé están esos dos gigantes y detrás de ellos el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo, para ponerse en un acelerado proceso de rapiñar las materias primas en esta región de América del sur. Cerrar el Caribe con la Ley Candado es la apertura al proceso de saqueo del pacífico con la Alianza del mimo nombre.
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