Es importante recordar que el modelo rentista que logró algunos objetivos fundamentales como la justa distribución de la riqueza y mejorar la calidad de vida de los venezolanos
Venezuela cuenta con un inmenso potencial exportador no petrolero que -una vez detonado- puede contribuir de manera significativa con la generación de un círculo virtuoso comprendido por nuevos ingresos en divisas que simultáneamente financien las importaciones necesarias de bienes e insumos del aparato productivo nacional y a la vez revalúe nuestra moneda, el bolívar.
De allí que el Gobierno Bolivariano, liderado por el presidente Nicolás Maduro, haya decidido apostar con todos los hierros por la diversificación del tejido productivo de la nación, aprovechando las múltiples ventajas comparativas y competitivas que tenemos en varios sectores de la economía nacional.
Es importante recordar que el modelo rentista que logró algunos objetivos fundamentales como la justa distribución de la riqueza y mejorar la calidad de vida de los venezolanos, ya no es suficiente para la próxima década.
Los grandes pensadores hablan de la industrialización como la fase previa a esa sociedad socialista. Como decía el comandante Chávez, este es un socialismo nuevo e inédito, donde vamos a tener marchas y contramarchas.
En los actuales momentos, el ingreso en dólares de la nación, mediante el cual se obtenían los dólares para importar bienes intermedios y terminados, se ha reducido dramáticamente y las perspectivas indican que este escenario se mantendrá durante el 2016.
El pueblo unido, los trabajadores y trabajadoras, los estudiantes universitarios, los profesionales y técnicos deben sumarse a esta gesta productiva emancipadora, para sustituir muchos de los insumos y productos terminados que importamos, pero que ahora –forzado por las circunstancias- debemos acelerar su reemplazo por producción nacional a la brevedad posible.
El “Hecho en Venezuela” debe aumentar su participación en los anaqueles de los supermercados, abastos, centros comerciales, bodegas, ferreterías y toda la cadena de distribución del país. Esa es la meta. Existe la disposición y el apoyo del Ejecutivo Nacional, aspiración que además quedó sentada en el Plan de la Patria legado por nuestro comandante supremo, Hugo Chávez Frías.
Desde el ministerio del Poder Popular para Industrias, ente que el presidente de la República, Nicolás Maduro, me han confiado dirigir desde este 6 de enero de 2016, espero junto a los funcionarios, trabajadores, técnicos y profesionales de todos los entes y empresas tuteladas por esta cartera, logremos continuar avanzando en una tarea que renueva constante sus marcas, dado que una vez cumplidos determinados objetivos, surgen nuevas necesidades que cubrir.
Como todos sabemos, el ministerio de Industrias nace con el supremo compromiso de lograr la mayor eficacia política y calidad revolucionaria en la construcción y consolidación del nuevo modelo productivo socialista, basado en el proceso de transformación de la economía rentística e importadora en la economía productiva y diversificada, potenciando la capacidad interna de producción de bienes y servicios.
Acelerar, revisar, rectificar y reimpulsar son acciones claves para continuar el paso y los derroteros que hace más de 200 años inició Bolívar y que desde 1999 se retomó con la revolución homónima.
Miguel Pérez Abad