Al menos diez personas, la mayoría extranjeras, murieron este martes en un atentado suicida cometido en el barrio de Sultanahmet, el más turístico de Estabmul, atribuido por el gobierno a un hombre de origen sirio.
«Condeno firmemente este ataque terrorista cometido por una persona de origen sirio», dijo el presidente turco Recep Tayyip Erdogan en un discurso en Ankara en el que pareció señalar a los yihadistas como responsables.
Por su parte el viceprimer ministro turco Numan Kurtulmu confirmó que «la mayor parte» de los fallecidos son extranjeros. Según la oficina del gobernador de Estambul hay al menos diez muertos y 15 heridos cuyo estado no fue precisado.
Turquía está en estado de alerta tras el atentado de hace unos tres meses atrás ante la estación central de Ankara, el más grave de su historia, en el que murieron 103 personas y que fue atribuido al grupo yihadista Estado Islámico (EI).
Erdogan, acusado de ser indulgente con los yihadistas sirios, decidió finalmente el año pasado participar en la coalición internacional contra el yihadismo y ha arrestado a numerosos presuntos miembros del EI.
Tras una reunión de urgencia convocada por el primer ministro Ahmet Davutoglu, Kurtulmu anunció que el autor del atentado fue identificado como un sirio nacido en 1988 aunque no dio su nombre.
La potente explosión se produjo a las 10h18 locales (08h18 GMT) en una gran explanada cercana a la basílica de Santa Sofía y de la Mezquita Azul, dos de los monumentos más visitados de la ciudad, la más grande del país.
Las primeras fotos muestran cuerpos desmembrados en el suelo.
Según la cadena CNN-Türk, seis turistas alemanes figuran entre los heridos y la canciller Angela Merkel dijo desde Berlín que «probablemente» haya víctimas alemanas. Por su parte el ministro de Relaciones Exteriores noruego indicó que conciudadano está entre las víctimas.
‘Bola de fuego’
«Oí una fuerte explosión y luego muchos gritos. Luego vi una bola de fuego y me fui corriendo», explicó a la AFP un hombre que no dio su nombre. «Estoy completamente seguro de que no era una bomba sino un atentado suicida», añadió.
«La explosión fue tan fuerte que el suelo tembló», confirmó Caroline, una turista. «Huí con mi hija y nos refugiamos en un edificio cercano (…) Fue realmente terrible», explicó.
La detonación se escuchó hasta en la plaza Taksim, a varios kilómetros de distancia del barrio de Sultanahmet, dijo un testigo a la AFP.
Turquía vive en estado de alerta permanente desde el doble atentado suicida del 10 de octubre en Ankara, en el además de los 103 muertos hubo 500 heridos. El ataque iba dirigido contra manifestantes prokurdos reunidos frente a la estación.
En enero de 2015, una mujer kamikaze originaria del Daguestán ruso, que según la prensa había luchado con los yihadistas en Siria, se hizo estallar frente a una comisaría del Sultanahmet matando a un policía.
«El modus operandi, un kamikaze, y el objetivo sugieren un atentado yihadista», dijo el martes a la AFP un diplomático occidental. «Si es el caso, quiere decir que Dáesh (acrónimo en árabe del EI) ha decidido atacar al Estado turco», añadió el diplomático, que recordó que hasta ahora el objetivo de los yihadistas en Turquía eran los kurdos.
Desde el año pasado Turquía está inmersa en un nuevo conflicto entre las fuerzas de seguridad y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), rompiéndose el frágil alto el fuego que había durado dos años.
Los rebeldes turcos atacan principalmente a militares y policías, aunque el pasado 23 de diciembre una organización armada kurda, los Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK), reivindicó el ataque contra el aeropuerto Sabiha Gökçen de Estambul en el que hubo un muerto y un herido.