La capital estadounidense continuaba bloqueada este lunes, luego de una nevada histórica que paralizó al este del país y principalmente Nueva York, donde el retorno a la normalidad era más rápido.
Las operaciones de limpieza se multiplican desde que el domingo finalizó la tormenta, que provocó al menos 33 muertos, pero una acumulación récord de nieve -67 cm en el Central Park neoyorquino y 56 cm en el aeropuerto internacional de Washington- exigirá todavía varios días de trabajo.
En Washington, menos habituada que Nueva York a los inviernos rigurosos, las escuelas públicas y servicios administrativos permanecían cerrados para facilitar el despeje de las rutas y evitar accidentes.
«Continuamos exhortando a los habitantes, peatones y automovilistas, a no salir a las calles. Aunque las rutas estén transitables, necesitamos despejar los estacionamientos y banquinas» de las rutas, pidió la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, entrevistada por la cadena CNN.
AFP