La campaña en Rumania contra la corrupción y el fraude desarrollada en los últimos años ha creado un repentino e inesperado boom literario, ya que los presos del país han publicado cientos de libros de no ficción sobre temas tan variados como fútbol, bienes raíces, religión o piedras preciosas.
Es toda una hazaña para presos que carecen de acceso a libros o a internet, y a menudo sin mesa en su celda.
Las noticias sobre que un libro de 212 páginas se escribió en siete horas sólo han aumentado las sospechas de que estos improbables textos se deban a menudo a plagios o estén escritos por autores contratados.
Según la ley rumana, los prisioneros pueden ver reducida su sentencia en 30 días por cada «obra científica» que publiquen, en función de la decisión de un juez sobre si el libro lo justifica.
Los prisioneros pagan a las editoriales por imprimir su trabajo, aunque no se encuentran en ninguna librería.
AP