Rusia consideró este miércoles “improbable” un acuerdo en la próxima cumbre de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para reducir la producción de crudo y así contribuir a revertir la tendencia a la baja de los precios.
El documento recuerda que durante la crisis petrolera que sacudió los cimientos de la economía mundial entre 1979 y 1986 la OPEP contribuyó a la caída de los precios al negarse categóricamente a reducir la extracción.
Arabia Saudí siempre se ha manifestado en contra de los recortes, pese a los llamamientos de países como Argelia, Ecuador, Venezuela e Irán, que había solicitado una reducción de la extracción de 1,5-2 millones para estabilizar los mercados mundiales.
Tras el reciente levantamiento de las sanciones occidentales, Teherán aseguró que no disminuirá su producción hasta alcanzar los 1,5 millones de barriles diarios.
En cuanto a los países exportadores que no son miembros de la OPEP, Rusia opina que “México ha mantenido el precio en 49 dólares el barril en 2016 y no tiene estímulos para reducir la extracción este año, a la vista de sus dificultades para cubrir el presupuesto”.
Este no es el caso de Noruega, cuya estabilidad económica está garantizada.
Recuerda que en el caso de otros países exportadores el sector está controlado por compañías privadas.
El banco emisor ruso no descarta que, al igual que ocurriera hace 30 años, el petróleo se mantenga entre los 20 y los 40 dólares durante un largo período de tiempo.
El titular de Energía de Rusia, Alexandr Novak, y el ministro de Petróleo de Venezuela, Eulogio del Pino, mantuvieron esta semana consultas, pero a lo máximo que se comprometió Moscú es a participar en una reunión con miembros de la OPEP.
Novak insistió en que, antes de acordar un recorte en la extracción, es necesario que todos los países productores y exportadores alcancen un “consenso” base.
Mientras, el viceprimer ministro ruso, Arkadi Dvorkóvich, insistió en que Moscú sólo disminuirá la extracción si los precios se mantienen excesivamente bajos durante mucho tiempo.
En caso de aceptar la propuesta saudí, Rusia rebajaría en unos 500.000 barriles su producción diaria, según las estimaciones de los expertos.
No obstante, como informó esta semana el Ministerio de Energía, Rusia marcó en enero un nuevo récord en producción desde la caída de la URSS, con 10,88 millones de barriles diarios.
Vía EFE