La temporada carnavalesca 2016, no fue para el Destino Chévere Margarita, la más fecunda, ya que su ocupación hotelera, no llegó alcanzar ni el 60%, cuando en años anteriores, esta estaba sobre el 85% y hasta el 90%.
Esta baja se debe a la inseguridad, a lo que en la actualidad se vive en la Isla, el desabastecimiento de los productos básicos de la canasta alimentaria, a la escasez de medicina, a la falta de agua, a los cortes de luz y a la gran especulación que impera en el estado Nueva Esparta, amén de las penurias de productos del Puerto Libre.
La situación que se vivió en Nueva Esparta, no fue única, pues las cifras de ocupación se situó en ese mismo y hasta más bajo porcentaje en Anzoátegui, Bolívar, Mérida En cuanto se refiere al a los destinos de playas de turistas de un día , también se sitió la baja considerable de visitantes en los destinos turísticos de Miranda, Vargas, Falcón, Aragua, Sucre, Anzoátegui y Falcón.
La situación económica por la que vivimos los venezolanos fue la causa más notable, para que los destinos turísticos tradicionales de playa, no fueran tan visitados, a pesar abultadas cifras dadas a conocer los los entes oficiales.
Lo cierto es que el cacareado “Motor Productivo “del turismo no arrancará, mientras dure esta situación económica y social que es el país vivimos y para muestra está la temporada de Carnaval 2016.
El turismo que si se vio y se vivió en todos los destinos de la nación, fue el turismo de las mayúsculas colas, en donde el pueblo iba de un súper mercado a otro, buscando comida y productos de higiene, de una farmacia a otra buscando medicina, dando como resultado el aumento desmedido del “Tour Shoping alimenticio y de medicinas”.
Y como me comentaba un periodista barquisimetano, “Ay Mundo, colega a lo que hemos llegado los venezolanos, a hacer interminables colas para comprar comida y medicinas a cuidarnos de la inseguridad, en vez de disfrutar los desfiles de carnavales como antes.