El papa Francisco llamó a no resignarse ante las amenazas del narcotráfico, en una misa en Michoacán, estado aterrorizado por el cártel pseudorreligioso Los Caballeros Templarios, desatando voces de escepticismo y esperanza de que su mensaje de paz haga carne entre los criminales.
«¿Qué tentación nos puede venir de ambientes muchas veces dominados por la violencia, la corrupción, el tráfico de drogas?», preguntó el papa en una festiva misa ante unos 20.000 religiosos y seminaristas. «Frente a esta realidad nos puede ganar una de las armas preferidas del demonio: la resignación», advirtió.
En su cuarta jornada de visita a México, Francisco visitó Morelia, capital de Michoacán (occidente), considerado por mucho tiempo un bastión del narcotráfico.
La «resignación no solo nos atemoriza sino que nos atrinchera en nuestras sacristías y aparentes seguridades», sostuvo el papa en este estado con una fuerte tradición religiosa.
AFP