LISBOA. Siete detenidos y 48 heridos es el balance provisional divulgado por las autoridades lusas tras el enfrentamiento entre cientos de policías y manifestantes ocurrido frente al Parlamento luso, donde concluyó la principal manifestación de la huelga general organizada ayer en Portugal.
Portavoces de la Policía de Seguridad Pública (PSP) informaron de que de las 48 personas heridas, 21 son agentes y 27 manifestantes, mientras que los siete arrestados serán acusados de un delito de desobediencia ante la autoridad y prestarán declaración ante el juez mañana.
En declaraciones a los periodistas, Jairo Campo, portavoz de la PSP, subrayó que la carga policial se produjo después de que los agentes avisaran dos veces a los manifestantes para que se dispersasen de las inmediaciones del Parlamento.
La Policía justificó su intervención debido al lanzamiento de piedras y botellas durante más de dos horas contra el cordón de seguridad que protegía la escalinata del Parlamento.
Fuentes de los sindicatos de la policía consideraron los disturbios de hoy como los más graves de las dos últimas décadas.
El ministro de Interior, Miguel Macedo, defendió la actuación de los agentes, mientras que desde una de las asociaciones que forman parte del movimiento “indignado” luso calificaron lo ocurrido de “atentado a la libertad y la democracia”, además de denunciar que la policía golpeó a ancianos y niños.
La jornada de huelga general en Portugal, la tercera en un año, concluyó con una protesta que transcurrió de forma pacífica hasta la retirada de la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP, comunista), la organizadora de la manifestación, a última hora de la tarde.
Agencias