Un atacante suicida hizo detonar sus explosivos en medio de una procesión fúnebre el lunes al norte de Bagdad, matando a 38 personas, entre ellas el líder de una milicia chií, informaron las autoridades.
Entre los fallecidos estaba el comandante de la Asaib Ahl al-Haq, una poderosa milicia chií integrante de las oficialistas Fuerzas de Movilización Popular que están a cargo de la seguridad de esa área.
Otras 58 personas resultaron heridas en el atentado en Muqdadiya, a unos 90 kilómetros (60 millas) al norte de la capital, dijeron funcionarios de las fuerzas de seguridad y de servicios médicos.
El grupo Estado Islámico detonó una bomba en un café frecuentado por milicianos en Muqdadiya en enero, matando a 32 personas y desatando una ola de ataques de venganza contra mezquitas y civiles sunís. Human Rights Watch atribuye esa ola de ataques a unidades adscritas a las Fuerzas de Movilización Popular.
AP