En octubre de 2014, luego que la LVBP informara a los equipos las reglas sobre la nueva política anti-dopaje que se implementaría a partir de la temporada 2014-2015, tres jugadores de Tiburones de La Guaira notificaron al cuerpo médico de la organización sobre tratamientos médicos a los cuales estaban siendo sometidos, que incluían medicamentos que figuran en la lista de sustancias no permitidas. Alex Cabrera era uno de ellos.
Cabrera, en ese entonces de 42 años, fue diagnosticado por el médico siquiatra David Figueroa Flores de presentar “manifestaciones clínicas de trastornos por déficit de atención con hiperactividad”. Tal condición se agudizó en esa temporada (2014-2015), cuando a Cabrera le fue asignado el rol de bateador designado, en lugar de su posición de inicialista desempeñada a lo largo de su carrera. Ante tal diagnóstico, y luego de que Cabrera no respondiera con efectividad al tratamiento de sicoterapia cognitivo conductual, el doctor Figueroa Flores recetó el medicamento Aderall XR de 20 miligramos, que entre sus componentes contiene anfetaminas.
Hay que destacar que dicho medicamente es utilizado con autorización por más de un centenar de jugadores en Grandes Ligas, ya que el mismo es recetado para atender problemas de atención y concentración, y no implica otorgamiento de fuerza o poder para tener ventajas a la hora de juego.
Tal como exige las normas antidopaje internacionales, Cabrera entregó la constancia médica que confirma el uso recetado del medicamento Aderall, y los médicos a su vez informaron al coordinador del área deportiva, en ese momento el periodista Manuel Rodríguez, a quien le entregaron el original en físico del récipe médico, pero Rodríguez les pidió que conservaran el original y se lo enviaran digitalizado por correo electrónico para facilitar su envío a la liga.
Por algún error humano o falla administrativa del cuerpo médico y del área deportiva, dicha información no llegó a la LVBP oportunamente, algo que escapa de las manos del pelotero, quien descargó su responsabilidad al haber entregado la certificación médica de su tratamiento a las personas indicadas.