La innegable diversidad de los países del Caribe en su tamaño y dimensión, también tiene sus características en términos de educación, y mucho más cuando se trata de establecer elementos “básicos” en torno a la Educación Superior.
Estos países tienen sus propias especificidades en la formulación de políticas, en la organización administrativa-institucional, entre otros criterios. Sin embargo, hay un elemento general que los agrupa conceptualmente: la interdependencia entre la Educación Superior, la Educación Terciaria y Universitaria, Tecnológica y Vocacional.
La Primera Conferencia Caribeña de Educación Superior (CCES) realizada en Paramaribo-Surinam (Abril 2010), reconoce la necesidad de una mayor cooperación regional entre el Caribe y América Latina.
La decisión de celebrar la conferencia es un reconocimiento de la atención específica que era requerido para la construcción de una agenda regional para el Caribe.
Este primer paso arrojó la idea del seguimiento y consolidación para una segunda edición de la conferencia que se realiza en Jamaica, en mayo de 2014, en los espacios de la Universidad de West Indies (UWI).
Las apreciaciones sobre estas dos conferencias, comentarios y análisis forman parte de estudios encomendados por el instituto de la Unesco-Iesalc con sede en Caracas.
Asimilar lo no hispano con lo exclusivamente angloparlante es una falsa premisa que invisibiliza la diversidad etnolingüística y cultural del Caribe.
Es una visión que enfatiza los estereotipos de las barreras lingüísticas como condicionantes en la cooperación regional del Caribe y enfatiza imaginarios errados que desconocen al menos la composición histórico-lingüística colonial de la región.
Por otra parte, también hay una falsa premisa al considerar al Caribe angloparlante como homogéneo y una dinámica regional de integración circunscrita al Caricom.
Es pertinente mencionar a los países denominados del Caribe Oriental y que se agrupan en la Organización de Países del Caribe oriental (Oeco-Oecs), los que también son miembros de la Caricom.
Pero también es pertinente señalar las otras manifestaciones del multilateralismo regional como la Asociación de Estados del Caribe (AEC). Unas de más reciente data combinan una mezcla de regionalismos como la Celac y Unasur, en las que encontramos representaciones de los países del Caribe “no hispano”.
En virtud de lo anterior, se reitera que la diversidad lingüística, cultural, educativa de la región implica cautela en el tratamiento preferente de los países anglófonos miembros de Caricom respecto a otros países de la región.
Esto se basa en lo que consideramos un error estratégico, al considerar casi por “automatismo” que todo lo hispano en el Caribe es angloparlante, generando confusión sobre este criterio, pero lo que es más grave genera la exclusión de países de realidades de países como los de las reorganizadas Antillas Neerlandesas y las Antillas Francófonas y hasta las insulares hispanos.
La reflexión “conceptual” sobre la región Caribe es fundamental. No siempre se parte de la misma noción o concepto sobre la región Caribe. Esta premisa que forma parte de nuestras presentaciones se refleja también cuando se aborda el tema de la Cooperación Regional en materia de Educación Superior.
Mirna Yonis
@mirnayonis