Ayer en la mañana un grupo de familiares de los mineros desaparecidos acudió al Fuerte Tarabay, en Tumeremo, para cumplir con el reconocimiento de los 17 cadáveres que fueron hallados el lunes en la fosa común de Nuevo Callao.
Solo seis fueron identificados por pruebas de sangre y otros rasgos claves, según relató el Defensor del Pueblo, Tarek William Saab.
Hoy continúa la identificación de los cuerpos en el Fuerte Tarabay. Los familiares solo pueden ver a las víctimas del cuello para abajo.
El Defensor del pueblo también que explicó que de acuerdo a los testimonios recabados de familiares, la cifra final de desaparecidos pudiera aumentar a 25.
El proceso de búsqueda y rastreo continúa para tratar de localizar otras fosas. Una comisión se activó para revisar la zona selvática de la mina Hoja de Lata, una de las denunciadas por familiares, y que se encuentra a dos horas aproximadamente del pueblo de Tumeremo.
Los testigos refirieron a las autoridades que la masacre ocurrió en el sector Peregrinos, en la vía hacia la mina Atenas, donde se encontraron conchas de bala de varios calibres y demás evidencias de interés criminalístico como ropa de los mineros ensangrentada, artículos personales de las víctimas, motos, entre otros.
En relación con la investigación policial, se supo que uno de los testigos aportó el nombre de un colaborador directos de alias «El Topo», a quien identificaron por el apodo de «Miguelito».
A través de este sujeto se determinó otro nexo con el resto de los lugartenientes, y se identificaron tres maleantes más.
Esas son la tres órdenes de captura que tienen preparadas las autoridades, dijeron fuentes policiales, y que ratificó este lunes la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz.
Se espera que hoy se lleve a cabo una reunión entre el Defensor del Pueblo y la comisión de la Asamblea Nacional.