Se debe averiguar qué hay de cierto en esos comercios sobre el pago de vacuna que deben cancelarle a la delincuencia organizada
Parece mentira que las panaderías, suponemos que de todas en Venezuela, sigan abusando de su público consumidor y lo peor es que las autoridades no hacen nada.
Presumimos que solo matraquean, ya sus costos sobrepasan el valor del “precio justo” del pan en todos los establecimientos.
Volvimos a revisar sus precios, ya que se trata de un alimento indispensable en la mesa del pueblo venezolano, en algunas panaderías del área metropolitana, ya que esas eran las más asequibles a nuestro trabajo, nos dimos cuenta que hay diferentes precios por un mismo tipo de pan. Pudimos deducir, en primera instancia, que es mentira que les haga falta la harina para poder comercializar dicho productos.
En todas las panadería visitadas encontramos que expedían tortas, pizas, cachitos, dulces, panes dulces, el pan sobado o cualquier otro tipo de pan a un alto valor en sus precios y que debe pagarlo el consumidor.
Pero la verdad es que el pan de canilla, que solo hasta dos meses tenía un costo de bolívares 40, el domingo pasado lo vendían en 150 bolívares, en la panadería “La Estrella de Santa Marta”, El Cafetal, parroquia Baruta, Caracas, y un cliente nos relató que reclamó en una oportunidad su alto costo y solo obtuvo como repuesta, presuntamente, que le echara la culpa al gobierno nacional y a los funcionarios del municipio Baruta “y no a nosotros, ya que lo vendemos a ese precios por razones que todos ustedes deben conocer, no hay harina y la debemos de pagar con sobreprecio”.
Es algo que a simple vista podría sonar razonable por la persona que dijo lo aquí relatado, el caso debería ser muy simple, pero para tan alta osadía de las panaderías se les debía limitar en todo el país a cumplir con su esencia original y no permitirle vender nada más que todo aquello que tenga que ver con los rublos del negocio de panadería, ya que esa debe ser su razón comercial y no seguir siendo unos pequeños restaurantes, supermercados y algunas hasta quincallerías y perfumerías, donde venden todo lo que les da la gana pudiendo aplicársele el refrán que existía ante y que decía: “De todo como en botica”.
Se debe averiguar qué hay de cierto en esos comercios sobre el pago de vacuna que deben cancelarle a la delincuencia organizada y a funcionarios corruptos que han hecho de esta rutina una forma ilegal de lucrarse con el descaro y a lo mejor con el presunto conocimiento de los jefes de esos funcionarios que dañan la imagen de la mayoría que son honestos servidores del pueblo.
Desde este espacio proponemos que se comience a realizar un servicio de inteligencia para poner presos a los panaderos, que venden el pan con sobre precio, pero también a los cobradores de vacuna y a los funcionarios sinvergüenzas.
Quiero otra vez mencionar a la panadería “La Estrella de Santa Marta”, pero esta vez para que las instituciones bancarias le retiren el punto de venta, ya que se niegan a recibir las tarjetas de débitos para cancelar el valor del pan, un hecho injusto e insólito hoy cuando la delincuencia anda con el moño suelto por las calles de Venezuela.
Lamentablemente estando en esa panadería vimos cómo se negaron a aceptar la tarjeta de débito a un cliente, quien, por no tener efectivo, tuvo que devolver las cinco canillas, por cierto a Bs 150 cada una, que debía llevar a su hogar.
En otra oportunidad seguiremos denunciando los abusos, que son muchos, de las panaderías en Venezuela.
Salomon Benshimol R.
sbenshimol@yahoo.com