Recientemente la junta directiva de la Cátedra Antidrogas, Cliad, del Instituto Pedagógico de Caracas (IPC), de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), evaluó lo que se está realizando en materia de prevención y de tratamiento en el área del consumo de alcohol y de las drogas en general y los resultados son pocos satisfactorios y en algunos casos desalentadores.
El profesor Hernán Matute Brouzés señaló a los medios de comunicación que se utilizó un “método comparativo”, preservando la misma entidad religiosa a través de 10 países de América Latina, a la par de las reseñas de declaraciones registradas por el Portal de Alerta Google (noticias sobre las drogas y el alcohol), y la página de Reseñas de Noticias de “Las Drogas Info” (España), Portal Especializado en la materia, Nº 1 de habla castellana, y en los dos, las Iglesias, Cultos o Religiones de Venezuela ocupan un pobre y alejado lugar, por lo menos en las reseñas de sus quehaceres en el área de la prevención y del tratamiento. Por otro lado, lo que invierten en recursos financieros y en recursos humanos dedicados a esta atención, también es muy bajo.
Matute Brouzés finalizó señalando “queremos una Iglesia venezolana (todos los cultos, todas las religiones), más audaz, más comprometida, más decidida, con mayores y mejores ideas, propuestas y acciones de los esgrimidos hasta ahora… Ustedes saben que están en mora con la familia, el pueblo y la nación venezolana. No es posible, ni aceptable que las Iglesias, cultos o religiones de más de 10 países y, sus líderes estén por encima de un país petrolero que acusa el nivel de narcotráfico más preocupante de continente americano, por la trilogía nefasta de un consumo in crescendo endemoniado; mini-carteles o mafias diversificadas en sectores neurálgicos llamadas a combatirlo y; una de las impunidades más altas del mundo entrelazadas con los niveles más altos de corrupción de América Latina.