CÁDIZ. Siete meses después del contencioso diplomático abierto tras la expropiación de YPF a Repsol, y más preocupados por problemas internos de distinta índole, España y Argentina parecen haber enterrado definitivamente el hacha de guerra.
Aunque la petrolera española no piensa dejar de dar batalla en el frente judicial.
El canciller español, José Manuel García-Margallo, aseguró el jueves que espera una solución rápida al conflicto que ha enfangado la relación entre los dos países.
«No hay un sólo día que no haya conversaciones sobre ese asunto entre el gobierno argentino y el gobierno español. Con discreción», dijo García-Margallo a la Televisión Española en Cádiz, donde prepara la Cumbre Iberoamericana de jefes de gobierno de España y América Latina. «Yo espero que tengamos una solución relativamente pronto», agregó.
Las palabras conciliadoras del ministro llegaron un día después de hacerse pública la primera conversación mantenida entre el jefe del gobierno español Mariano Rajoy y su homóloga argentina Cristina Fernández tras la nacionalización de YPF.
Fernández telefoneó a Rajoy para excusar su presencia en Cádiz por motivos de salud y confirmó que la delegación argentina en la cumbre estará encabezada por el vicepresidente Amado Boudou.
Así que Cádiz podría ser un foro en el que ambos países vuelvan a discutir al más alto nivel.
El frente diplomático entre España y Argentina parece estable y la solución de la que habla García-Margallo se centra en la compensación económica por ese 51% de YPF que Buenos Aires expropió a Repsol en abril y que la petrolera ibérica cifró entonces en 10.500 millones de dólares.
El gobierno argentino no ha dado pistas sobre si va a pagar la indemnización pero Madrid afirma que hay conversaciones y se ha rebajado la tensión inicial, que llevó a España a suspender algunos acuerdos comerciales y a hablar de una quiebra de confianza.
Los dos gobiernos afrontan complejas situaciones internas que han relegado el contencioso por YPF. El 8 de noviembre Fernández tuvo que soportar el segundo cacerolazo multitudinario en su contra en menos de dos meses por problemas como la creciente inflación, la inseguridad y la supuesta injerencia del poder ejecutivo en el sistema judicial. AP