De nuevo y como suele suceder en los últimos años, los voceros del gobierno, tienen la mala costumbre de desinformar a la ciudadanía, al dar cifra, no reales de la movilización de personas en las diferentes temporadas altas, Carnaval, Vacaciones Escolares, Semana Santa y Diciembre y en esta última Semana Mayor, no ha sido la expresión.
El Presidente de la República, en sus acostumbradas e interminables cadena de Radio y TV, el miércoles Santo, informaba, que más de 7 millones de personas había salido de vacaciones, cuatro días después, el día lunes de Resurrección, la ministro del Poder Popular para el Turismo, declaraba, que 11 millones de personas habían disfrutado en paz las vacaciones de la Semana y un día después, el martes, para no quedarse atrás el Vicepresidente Ejecutivo de la Republica, expresaba en rueda de prensa, que 18 millones de venezolanos en los días Santos.
Como se puede observar, cada quien dijo una cifra, de acuerdo a sus intereses partidistas, pero lo cierto es que esas cifras no fueron ciertas, si se analiza, la realidad de la Semana Mayor, y de acuerdos a cifras a dadas a conocer por el sector hotelero, en Margaritas la ocupación bajo entre el 30 y 40% menos que al año pasado, Mérida y Flacón entre el 40 y 60%, Bolívar entre el 50 y 63%, los días de estadía se ubicaron en un promedio de cuatro noches y tres días, cuando el año pasado la estadía tenían un promedio de 8 noches y 7 días, en esos destinos turísticos.
Los vuelos a esos destinos fueron los normal, no hubo necesidad de muchos vuelos espaciales, el transporte marítimo hacia Margarita, fue de temporada normal, no hubo necesidad de la flota de Conferry, que solo operó un solo Ferry. Donde hubo movimiento de temporaditas domingueros de un día fue en las playas de Miranda, Falcón, Yaracuy, Carabobo, Vargas, Anzoátegui. Y los vendedores playeros, informaron que sus ventas cayeron en más del 50% por la poco temporaditas, que habían acudido a las playas, Es decir, que los números dados por los voceros del gobierno, no son reales, contradictorios, e incoherentes.
Lo que si se vio en la Semana Santa, fueron los llenos en los oficios religioso, y en la procesiones, y en los Bicentenarios, PDVAL, Abastos y Súper Mercados, Farmahorros, Locatel, en busca de comida y medicina, en esos lugares sí pudieron contabilizar las exageradas cifras Vicepresidente Ejecutivo, o las careadas cifras de la Ministro del Poder Popular para Turismo o las ponderadas cifras del Presídete de la República.
Nuestra conclusión es que la Semana Santa 2016, fue la peor temporada vacacional de los últimos años y esto se debe a la inseguridad, la falta de agua, de electricidad, a la escasez, el desabastecimiento en los productos alimentos, de higiene y en las medicina y en la gran especulación que hoy reina en Venezuela.