El dirigente político Claudio Fermin reiteró este domingo a través de una nota de prensa, que el único camino cierto que tiene la oposición venezolana es las elecciones de gobernadores mientras que las opciones como el referendo, la enmienda, la renuncia y la Asamblea Nacional Constituyente son caminos de frustración.
“No frustremos al país con un referendo en cuyo triunfo muchos colaboraríamos pero que al final sería una dolorosa frustración. Es hora de tomar el camino cierto y concentrarnos en rendir buenas cuentas a la Venezuela que aspira cambios. Si algo tienen en común el referendo, la enmienda y la constituyente es que son escenarios que hay que crear. No existen como tales. Hay que juntar requisitos, salvar procedimientos, vencer obstáculos, enfrentar al gobierno y, finalmente, he allí la consulta popular para dejar testimonio del deseo de cambio del país. Pero no existen. Permítaseme decir que son realidades virtuales. Hay que convertirlas en hechos”, expresó.
Comentó que sectores de la oposición están empleando energías en concretar dichos mecanismos a sabiendas de lo que harán tanto el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia.
“Se ha abandonado el único evento político que está en la agenda real, que existe, que es de carne y hueso, las elecciones a gobernadores y a diputados a los Consejos Legislativos. Es hora de tomar el camino cierto y concentrarnos en rendir buenas cuentas a la Venezuela que aspira cambios. No alimentemos una innecesaria frustración aunque las actividades que a ello conduzca sean de legítima protesta y cabal expresión del descontento que busca canales diarios para alzar su voz”, consideró.
Revocatorio: oferta engañosa
La idea de la enmienda a la Constitución para recortar el período presidencial a cuatro años “no es viable”, porque “la Sala Constitucional apelará en contra del Derecho, a la oportunista figura de la no retroactividad de la ley. Cierto es que en materia de enmiendas constitucionales eso no aplica, ¿pero acaso eso le importa al Tribunal Supremo de Justicia?”, dijo.
“La renuncia de Maduro es una ilusión. Su sostén político es el comunismo y el militarismo, corrientes de las que Maduro se nutre y que no tienen ningún respeto hacia las solicitudes del común. Lo de ellos es el poder por el poder. Sin ofender las sobradas razones que tienen quienes reclaman esa renuncia, luce ingenuo continuar en ese plan. Eso no va a ocurrir”, aseguró.
Sobre el referendo revocatorio, éste no depende del destinatario, como el caso de la solicitud de renuncia, “ni de las zancadillas y confabulaciones del Tribunal Supremo de Justicia, como el caso de la enmienda. Sin embargo, fue planteado en la Constitución de 1999 como una oferta engañosa”, agregó.
“Tienen que reunirse veinte por ciento de firmas de los inscritos en el Registro Electoral para poder solicitarlo. La Constitución no lo establecía, pero todo el mundo sabe que el papel de las señoras del Consejo Nacional Electoral es obstruir la consignación de esas voluntades ciudadanas”, fustigó.
Para el político, el máximo ente comicial tendrá una actuación predecible ante el revocatorio “dirán que son ‘planas’ las firmas, es decir, falsificadas en un escritorio o que no fueron entregadas en el lapso debido. O que no se recogieron usando los formatos aprobados por la oficina correspondiente del organismo electoral. En fin, dirán que no les dio la gana recibirlas y el Tribunal Supremo de Justicia les dará la razón”.
Referendo y enmienda
El líder político destacó que si se logra solicitar el referendo, entonces hay que obtener más votos que los que Maduro obtuvo en una reñida elección con Henrique Capriles, en la que ambos candidatos desplegaron un gigantesco esfuerzo e inversión propagandística.
“Todo ello creó una atmósfera que envolvió al más indiferente de los electores. Además, en un clima de aguda polarización. Era casi imposible escapar al influjo de aquel momento. Y ahora, a mediados de 2016, con una economía destruida, ese clima no se repetirá”, opinó.
“Por eso será cuesta arriba, si acaso posible, obtener más votos que los que Maduro oficialmente obtuvo en su elección”, acotó.
“Y si se alcanzaren los siete millones y medio de votos pero por un retraso cualquiera, que para eso está el Consejo Nacional Electoral, no se revocaría a Maduro antes del 10 de enero de 2017 sino después, entonces quedaría gobernando el mismo PSUV, con los mismos ministros, con los mismos burócratas, con las mismas medidas económicas y estaría de Presidente quien para ese momento haya sido designado Vicepresidente por Maduro, quien seguiría mandando detrás del trono. Todo un engaño”, advirtió.