El conjunto de San Antonio le ganó por 26 a los memphis Grizzlies, mientras los Atlanta Hawks dejaron a los Boston Celtics con el cuarto más bajo de la historia
San Antonio Spurs tiene en la mira la final de la NBA. Por eso, aunque le correspondió en primera vuelta un rival en horas muy bajas, hace un manejo inteligente: no baja el ritmo, pero cuida a sus estelares y mueve todo el personal, marcando una diferencia abismal que en segundo choque se manifestó en cifras de 94 por 68 ante los Memphis Grizzlies. Y Atlanta Hawks, aunque en menor grado, deja sentado su favoritismo con un 89-72 encarrillado desde el primer cuarto ante los Boston Celtics.
Juegos de amplio dominio y con oportunidad para mover la reserva, se registró el curioso hecho de que nadie alcanzara los 20 puntos, algo poco visto en la liga, pero demostrativa de cuán cómodo fue el trámite para los de Texas y Atlanta.
Los Spurs pusieron en juego su eficiente defensa y en el primer cuarto dejaron a los Grizzlies en 11 puntos, mientras en el cuarto, con los suplentes predominando, apenas 15. Ello permitió mantener todo el cuadro en actividad, dejando porcentajes de 53 en triples, 47 en dobles y 82 en tiros libres que reflejaron su claro dominio. Dos suplentes Pat Mills (16) y Kevin Martin (10), alcanzaron doble dígito, como los titulares Kawi Leonard, mejor defensa de la liga, y LaMarcus Aldridge, con 13y 10. Terry Allen y Zach Randolph dejaron 12, cada uno, en la anotación perdedora.
En el otro partido, los Hawks arrollaron en el primer tiempo y con Kyle Korver certero a distancia pusieron diferencia clara en el primer cuarto al dejar a los Celtics en solo 7 unidades, lo más bajo de la historia, rompiendo la marca de 8 establecida por Utah ante los Lakers en 1988 e igualada por Dallas en 2010 ante San Antonio. Korver y Al Horford, con 5 y 3 triples en 7 y 4 intentos encabezaron la anotación con 17 puntos, mientras Isaiah Thomas y Amir Johnson anotaban 16 y 14 para los derrotados.
Armando Naranjo
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AFP / Ronald Cortés
