Orlando Vieiria, de 53 años de edad, dueño del negocio recibió dos disparos con orificios de entrada y salida cuando se encontraba detrás del mostrador, en el momento en que uno de los policías enfrentó al asaltante
Un comerciante y un delincuente murieron la mañana de este lunes, en el interior de la Tornillería Maripérez, en la avenida principal de esa zona de Caracas con segunda transversal, cuando una pareja de motorizados intentó asaltar a dos funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana que llegaron a comprar un repuesto.
Orlando Vieiria, de 53 años de edad, dueño del negocio recibió dos disparos con orificios de entrada y salida cuando se encontraba detrás del mostrador, en el momento en que uno de los policías enfrentó al sujeto que con un arma apuntaba a su compañero, el Oficial Jefe Giovanni Valladares.
Los dos oficiales de la División de Inteligencia, Valladares y el Oficial Yolber Urrea, llegaron al lugar en una moto y se bajaron para preguntar por el repuesto para una unidad policial, cuando un delincuente armado apunto al primero y le exigió que le entregara el arma de reglamento que llevaba en la cintura.
Urrea reaccionó de inmediato haciendo uso de su pistola para defender al Oficial Jefe y logró herir al antisocial, pero este también disparó en repetidas ocasiones, hiriendo al comerciante y Valladares.
Cuando el ladrón cayó muerto, el policía sacó a su compañero para llevarlo a un centro asistencial, mientras que en el lugar quedaron los dos cuerpos, uno de estos era el de Orlando Vieira, quien quedó en medio de la balacera.
Roberto Costa, empleado de la tornillería, contó que estaba en la parte posterior cuando escuchó disparos. Vio a un monitor que refleja las imágenes de las cámaras de seguridad y se percató de que todo sucedía en la tornillería, pensó que estaban robando el negocio y salió de prisa con otro ayudante.
Al llegar, encontró la escena de sangre. “Ya los funcionarios se habían ido, pero me consigo al sujeto tirado ahí muerto y pensé que Orlando estaba adentro, que quizás se había metido para resguardarse, pero cuando lo busqué lo conseguí atrás tirado, creo que tres tiros en el pecho le dieron”, comentó.
Vieira vivía en San Bernardino con su familia. Tenía dos hijas adultas, una está fuera del país y la otra estudia Nutrición en la UCV. Esta última llegó al sitio con unas compañeras de clases y allá se encontró con su madre que acudió de prisa al enterarse del hecho.
AA