La princesa ha madurado sin duda alguna hasta convertirse en reina: hay muy pocos casos en los que un álbum pop sea tan cautivador, profundo, estético y personal como «Lemonade», en el que Beyoncé crea una verdadera obra de arte musical y visual.
El disco de «Queen B» es un homenaje a las mujeres negras y un trueno en la relación con su marido, el rapero Jay-Z, un ajuste de cuentas con él por su infidelidad y a la vez una declaración de amor.
«Él sólo me quiere cuando no estoy. Mejor llamar a Becky con sus buenos cabellos», canta la artista, de 34 años, en «Sorry». Es sólo una de las frases de una Beyoncé que se muestra profundamente herida. «¿Me engañas?», pregunta en otro momento. «Puedo oler tus secretos».
El disco, el sexto de la cantante, se ha convertido en una sensación en Internet desde su lanzamiento sorpresa el sábado y en los medios se especula con que «Becky» es la diseñadora Rachel Roy, de quien se dice que tuvo un affair con Jay-Z.
Que Beyoncé haya decidido editar este álbum, acompañado de una película de una hora, y exponer públicamente estas acusaciones no puede interpretarse de otra forma más que como una bofetada a su pareja, de 46 años. Y además lo publicó en exclusiva en principio en Tidal, la empresa de streaming musical de su marido, donde se promociona como un proyecto acerca «del camino de cada mujer hacia el autorreconocimiento y la curación».
Los 11 pasos de este doloroso proceso, que se actúan y cantan en el film del director Khalil Joseph, los reconoce todo aquel que haya sufrido un engaño: desde las oscuras sospechas a la furia desnuda, la indiferencia, el vacío interior, el perdón y al final la esperanza de que la relación pueda vivir una especie de resurrección después de una herida semejante.
El comienzo de este arco de sensaciones es la balada «Pray You Catch Me», que la muestra en los campos de Nueva Orleans. A su furia por el engaño le da rienda suelta en «Hold Up», en la que aparece riendo con un principesco vestido amarillo de Roberto Cavalli mientras destroza ventanillas de coches con un bate de béisbol, y al final aplastando un automóvil estacionado al mejor estilo Monster Truck.
«No te quieren como yo te quiero/ ¿No te das cuenta de que no hay ningún otro por encima de ti?/ Qué forma tan retorcida de tratar a la chica que te quiere».
Pero Beyoncé no sería Beyoncé si se dejara destrozar por los errores de su marido. «Esta es la última advertencia», rapea sobre el bajo en «Don’t Hurt Yourself», producida con Jack White. «Tú sabes que yo te doy vida/ Si la vuelves a cagar/ perderás a tu mujer», canta la artista, y en la película lanza un anillo a la cámara. «¿Quién demonios te crees que soy?». En este punto lo cierto es que su relación con Jay-Z parece a punto de morir.
«Bye Boy» también transcurre en el autobús escolar en el que Beyoncé y sus bailarinas posan en «Sorry». La campeona de tenis Serena Williams «perrea» (hace twerking) a su lado, mientras que la estrella levanta la mano con el dedo medio extendido. Williams es una de las invitadas sorpresa en «Lemonade», como también The Weeknd, que le presta su voz en «6 Inch».
«Vuelve», susurra la cantante en «Walk On By», en alusión al clásico de Isaac Hayes, en la que muestra la habitación de un burdel en llamas. «Lamento el día en que me puse este anillo».
Beyoncé se vuelca en su pasado para curar sus heridas, y en la película muestra fotos de su padre Mathew Knowles. Pero el hecho de que en la balada de piano «Sandcastles» se muestre en poses íntimas y abrazada a Jay-Z hace surgir esperanzas de que la famosa pareja se reconcilie.
En la segunda mitad, más reposada, la cantante habla de curación, de recomenzar, y muestra fotografías de los dos como una pareja feliz. Sin embargo, como suele suceder en el mundo del espectáculo, también existe el rumor de que los dos escenificaron la crisis y pagaron a Rachel Roy para aumentar las ventas con el escándalo.
Aunque «Lemonade» sea un álbum muy personal, es también una oda a la mujer negra, al sur de Estados Unidos y a su pasado. El título alude a Hattie White, la abuela de Jay-Z, que cuando cumplió 90 años dijo en un discurso: «Las cosas fueron bien y mal, pero siempre encontré la fuerza interior para levantarme. Recibí limones, pero hice limonada».
El disco es «una ardiente carta de amor a ella misma y a las afroamericanas, nuestro dolor, nuestra belleza, nuestro duro amor, nuestra traición, nuestra fuerza», escribió la revista afroamericana online «The Root». Y es probablemente el mejor que ha producido hasta ahora Beyoncé. EU
YM