Bolívar no puede compartir el rumbo económico de un equipo de gobierno que ha llevado a la ruina a su amada Venezuela
El proceso histórico que se vive actualmente en Venezuela ha hecho que el espíritu de Bolívar recorra el mundo en busca de ayuda, reclamando la liberación del pueblo venezolano, tal como ya lo hizo en Argentina, luego en Bolivia cuando el pueblo le dijo no a la reelección y ahora en Brasil con el proceso de destitución de la presidenta. Pronto estará en Venezuela. Realmente estos son hechos ciertos, aunque no lo quieran entender los actuales gobernantes.
Solo será necesario ver y escuchar las voces de los mandatarios, políticos, intelectuales y hombres de bien de todas las partes del mundo, que le solicitan a Maduro, en principio, la libertad de los que hoy son presos políticos del régimen y a quienes se le violan sus derechos humanos, algo que esos violadores tendrán que enfrentarse al Estatuto de Roma y pagarán el precio que la justicia y las leyes determinen en su oportunidad.
Igualmente, Bolívar se ve indignado por el acoso a la Asamblea Nacional y reclamará y luchará, nuevamente, con su pueblo, para no permitir que se consolide el Golpe de Estado, que ya está planteado en nuestro país por una Sala Constitucional de dudosa procedencia y por el Tribunal Supremo Justicia cuando declara inconstitucional las leyes que son aprobadas por la Asamblea Nacional. Este hecho, por si solo, es una burla de todos aquellos compatriotas, que decidieron ponerle fin a los que antes formaban parte de esa Asamblea Nacional y que solo respondían a los caprichos e intereses del inquilino de Miraflores y no les importaba para nada lo que pensara el colectivo nacional.
Estamos seguros que Bolívar, en su empeño por ser nuestro Padre de la Patria, no comparte el rumbo económico de un tren gubernamental que ha llevado a la ruina a su amada Venezuela, y ha incidido en el hambre, la desolación y la desunión de sus conciudadanos, una cuestión absolutamente demostrada cuando esos compatriotas deben hacer una cola de más de 12 hora para adquirir algún alimento de la cesta básica. Pero además del martirio de esas colas interminables, esos compatriotas son agredidos por colectivos, delincuentes comunes, bachaqueros y hasta por las mismas autoridades para tratar de poner término a los interminables enfrentamientos que se producen a cada momento en los puntos de abastecimiento con saldos de heridos y muertos.
El espíritu humanista de Bolívar no podrá descansar jamás mientras se mueran de mengua niños, jóvenes y adultos por falta de alimentos y medicamentos o sean asesinados por el hampa desatada en el país. Por otro lado, tampoco descansará hasta que el salario que hoy se devenga alcance para cubrir las necesidades básicas de los venezolanos, que permita mantener, con dignidad, a un núcleo familiar; y mucho menos lo hará por la utilización irrespetuosa de su nombre para hacer la gran demagogia que hoy cubre los destinos de nuestra nación.
Hemos llegado a creer que nuestro amado Padre de la Patria, Simón Bolívar, desea lo que deseamos casi el 80 % de los venezolanos conscientes y que no es otra cosa que Maduro renuncie y permita que se reconstruya nuestra Venezuela amada con hombres con vocación de servicio al prójimo. Compatriota, creemos que el sentir de todos los que vivimos en esta tierra de gracias debemos utilizar todas las herramientas de nuestra de nuestra Carta Magna para que, en forma democrática y apegada, esa constitución, salgamos de Nicolás Maduro Moros y de todo su tren ejecutivo a la brevedad posible.
Salomón Benshimol R.
sbenshimol@yahoo.com