Usar el problema eléctrico para engañar a la población endosándole la culpa al Estado, demuestra la miseria humana de algunos personeros de la oposición
El Niño continúa creando serios problemas en Venezuela. Este año ha tocado con gran intensidad nuestro territorio, generando un sequía que mantiene las cuencas hidrográficas con pocos caudales de agua. La Represa Simón Bolívar, de la que dependemos para obtener electricidad, está en sus niveles más bajos.
El Gobierno Nacional hace grandes esfuerzos para remediar la situación; el estado mayor instalado en el Guri busca aprovechar al máximo el vital líquido. No se trata de alarmar la población; se busca crear conciencia entre los venezolanos para ahorrar energía. De nada sirve el esfuerzo que se hace si no dejamos de malgastar la electricidad.
Usar el problema eléctrico para engañar a la población endosándole la culpa al Estado, demuestra la miseria humana de algunos personeros de la oposición. Incluso se llega a manipular la situación para generar zozobra e incertidumbre. Ningún dirigente de la derecha se ha pronunciado ni ha hecho campañas informativas acerca de la importancia de ahorrar la energía. De ellos solo podemos esperar acusaciones infundadas y el odio recalcitrante que sienten por los ciudadanos que no comparten sus ideas.
Los venezolanos estamos obligados a tomar conciencia. Asumimos que tenemos el derecho de recibir a un mínimo costo toda la electricidad que podemos consumir y además malgastarla. Parece que muchos viven en una burbuja intocable desprendidos de la realidad mientras malversan los recursos a los que tienen acceso. Son los mismos que critican y con sus discursos huecos culpan a los demás de las penas que ellos mismos se crean.
En estos momentos la situación es delicada. Si persiste la irracionalidad del hombre pronto tendremos un apagón generalizado. No se trata de culpar al gobierno por nuestros desaciertos y derroches, sino de contribuir de manera efectiva con el ahorro de la electricidad. En otros países, el servicio eléctrico es sumamente costoso. La gente muere de frío en invierno simplemente porque no tiene con qué pagar. Lo único que nos puede salvar de un problema serio es la conciencia. Ahorremos energía que nada nos cuesta.
José Gregorio González Márquez
caminosdealtair@hotmail.com