“La libertad no es solo para los que apoyan al gobierno. La libertad es siempre y exclusivamente libertad para el que piensa de manera diferente”
Rosa Luxemburgo
El Presidente de la República solicitó el apoyo de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) a la Comisión por la Verdad creada por la Asamblea Nacional, con el objeto de “investigar los hechos violentos perpetrados en el país por un grupo de fascistas en las últimas semanas …de un golpe de Estado continuado impulsado por grupos opositores…” (Correo del Orinoco, martes 25-03-2014).
Enfatiza el Jefe de Gobierno, de Estado y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, que “quiere el camino de la paz y para ello, se han creado varios instrumentos como la Conferencia de Paz y los diálogos”.
Al darle la bienvenida los cancilleres, les manifestó la importancia de sus presencias para “la defensa de la democracia de uno de nuestros países”.
Es indudable que el país reclama la paz y, en consecuencia, vivir en una sociedad justa.
La paz deviene indefectiblemente de la conciliación, pero si la paz se busca odiando, persiguiendo, ofendiendo, privando de la libertad a opositores, hostigando, cercenando la propiedad privada, fomentando la lucha de clases, etc, nunca se podrá obtener la paz, la sana convivencia, la reconciliación y en definitiva el perdón. Disentir del gobierno no es delito y su represión violenta comporta respuesta.
Una Comisión por la Verdad que nace insultando a los legítimos opositores del gobierno, tildándoles de fascistas, aunque aceptando que se convive en un régimen democrático y de Estado de Derecho Justo, desnaturaliza su creación.
Una Comisión por la Verdad no es para investigar los hechos violentos, para ello están las instituciones del Estado, el Ministerio Público, no como “vengador” sino como “parte de buena fe” y los órganos jurisdiccionales.
La Comisión por la Verdad debe inspirarse en sus propósitos y fines, en Nelson Mandela y en la justicia transicional y restaurativa. Esta es la solución justa.
Es inaudito e incompresible que si se aspira la paz, sea crea una Comisión para la Justicia y la Verdad (2011) para enjuiciar los años 1958-1998 y se olvida que fue sobreseída la rebelión del 4 de febrero de 1992 y no se persiguió a ninguno de sus autores y no se les impidió llegar a cargos de elección popular, como el del Presidente de la República. Pero hubo muertes por la intentona de derrocar al gobierno y tentativa de magnicidio.
Como se conoce, este régimen legitimado de origen en democracia, tiene un desempeño político marxista, como lo manifestó el presidente Chávez y su proyecto revolucionario es continuado por el actual presidente. Por esas razones, debemos igualmente recordar a Gorbachov, en su célebre frase “Más socialismo y más democracia” y tengamos una efectiva “Comisión para la Paz” y no la persecución política con la llamada “Comisión por la Verdad”.
Cesáreo José Espinal Vásquez
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