Una decisión judicial para exhumar por primera vez los restos de víctimas de la guerra civil española que descansan en el Valle de los Caídos, donde el dictador Francisco Franco está sepultado, reavivó el debate de si el sitio conmemorativo debe perturbarse.
En el fallo hecho público el lunes, un juez en el pueblo de San Lorenzo de El Escorial, cerca de donde se ubica el mausoleo, dio permiso a familiares de buscar los cuerpos de Manuel y Ramiro Lapena Altabas «para ofrecerles un entierro adecuado».
Los hermanos, un veterinario y un herrero, fueron miembros fundadores del sindicato anarquista CNT. Las fuerzas de Franco los ejecutaron sin juicio en los primeros días de la guerra civil que duró entre 1936 y 1939, y fueron enterrados en una fosa común en su pueblo natal Calatayud en el noroeste.
AP