El jardinero venezolano fingió no saber dónde estaba la pelota y confundió a todos, incluso a sus compañeros
Pobrecito, Carlos Ruiz. El receptor panameño simplemente trataba de correr las bases de lo más normal en la victoria de los Filis por 3-2 sobre los Bravos el martes por la noche. Fue en ese momento que el jardinero venezolano de Atlanta, Ender Inciarte, levantó los brazos -un gesto que por lo general significa «ayúdenme, porque no tengo idea de dónde está la bola»- y Ruiz pensó que tenía una oportunidad.
Desafortunadamente para el veterano, lo que él pensó que sería un hit resultó ser el mejor engaño que ha ejecutado un guardabosque en los últimos tiempos.
Tan convincente fue la actuación de Inciarte que hasta sus compañeros de equipo se lo creyeron.
«Le grité (al jardinero derecho Nick Markakis) porque pensaba que (Inciarte) no sabía hacia dónde se dirigía», le dijo Jeff Francoeur, el guardabosque titular de Atlanta el martes, a Mark Bowman de mlb.com. «Si me toca jugar contra él, tendré que tener esto presente».
«Justo antes de que atrapara la bola, me llamó a gritos y señaló al cielo», dijo Markakis. «Por un momento le creí. No sabía qué hacer. A lo último, me percaté».
La jugada fue calificada como una doble matanza. Pero si queremos ser justos, una jugada así a lo mínimo equivale a cuatro outs.
Chris Landers
lasmayores.com