El presidente interino de Brasil, Michel Temer, aseguró el jueves que “es preciso recuperar la credibilidad de Brasil” en su primer discurso público tras asumir el cargo en reemplazo de la suspendida Dilma Rousseff. Rodeado de su gabinete enteramente masculino de 24 ministros, Temer dijo en el Palacio de Planalto, sede de la presidencia, que “es urgente pacificar la nación y unificar Brasil» con un «gobierno de salvación nacional”.
Al final de una maratónica sesión que duró casi 22 horas, 55 senadores se pronunciaron en favor de juzgar a la mandataria y apartarla del poder por hasta 180 días. Un total de 22 votaron contra
Dilma Rousseff fue apartada este jueves del gobierno de Brasil, al final de una sesión histórica que puso fin a más de 13 años del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) en el poder.
Rousseff, la exguerrillera izquierdista de 68 años que en 2011 se convirtió en la primera presidenta de Brasil, será reemplazada por su vicepresidente Michel Temer, de 75, mientras es sometida a un juicio político.
Al final de una maratónica sesión que duró casi 22 horas, 55 senadores se pronunciaron en favor de juzgar a la mandataria y apartarla del poder por hasta 180 días. Un total de 22 votaron contra.
Rousseff es acusada de «crimen de responsabilidad» por encubrir déficit presupuestarios y engrosar las arcas con préstamos de bancos estatales durante su campaña a la reelección de 2014.
La mandataria asegura no obstante que es víctima de un «golpe moderno» liderado por el «traidor» Temer, que durante cinco años fue su aliado en el gobierno y desde hace un par de meses se ha convertido en su archienemigo.
“Remedio amargo
pero necesario”…
Se va del cargo con apenas un 10% de popularidad, en medio de una grave recesión económica y un escándalo de corrupción que ha manchado a buena parte de la élite del poder en Brasilia. Y se quedará sin inaugurar los Juegos Olímpicos que se celebran en agosto en Rio de Janeiro.
«El impeachment es un remedio amargo, pero necesario» frente a la baja popularidad de Rousseff, el aumento del desempleo y la caída de la producción, dijo durante la sesión el senador opositor José Serra (PSDB), posible canciller del nuevo gobierno de Temer.
«Se está cometiendo una injusticia histórica. Se está condenando a una inocente”, denunció el abogado general del Estado, José Eduardo Cardozo, al defender a Rousseff ante el Senado
«Si [el golpe es] consumado, se romperá el orden constitucional», alertó.
La destitución definitiva de Rousseff requiere de dos tercios de los votos del Senado (54 del total de 81 miembros). Uno menos que los registrados este jueves, lo cual torna poco probable su retorno al poder.
De Planalto
a la Alvorada
Rousseff dejará el Palacio del Planalto (sede del gobierno) y se dirigirá al Palacio de Alvorada, la residencia oficial, desde donde preparará su defensa.
Mientras esté suspendida, mantendrá su salario íntegro y tendrá derecho a atención médica, seguridad personal, transporte aéreo y terrestre y a un equipo de funcionarios para su gabinete personal, anunció el jefe del Senado.
«Nuestra expectativa y sugerencia es que ella viaje por el país», dijo a la AFP Humberto Costa, líder del PT en el Senado. «Vamos a denunciar al país y al mundo que el golpe se consolidó en su primera etapa».
Lejos quedó el inmenso capital de 77% de popularidad de Rousseff al comienzo de su primer mandato, impulsado por programas sociales implementados por su antecesor Lula que sacaron a millones de personas de la pobreza.
Gran parte de su desgaste se debe también al megafraude descubierto hace dos años en la estatal Petrobras, que tiene en la mira a decenas de políticos de su PT y a aliados, así como a poderosos empresarios.
La exguerrillera no es blanco de ninguna investigación o acusación por corrupción. Pero tanto socios como rivales son investigados o acusados en este inmenso escándalo que robó a Petrobras más de 2.000 millones de dólares.
Torturada y encarcelada durante la dictadura militar (1964-1985), ha prometido una y otra vez que luchará hasta el final.
Javier Tovar
Damian Wroclavsky / AFP