Austria anunció el viernes que renunciaba a implementar controles fronterizos en el puerto alpino de Brenner, uno de los principales ejes de tránsito hacia Italia, un controvertido proyecto para prevenir la entrada de inmigrantes ilegales.
El proyecto, que provocó advertencias tanto de Roma como de la Unión Europea, debía entrar en vigor a finales de mes, e incluía la construcción de una valla.
La medida no se justifica «en este momento», reconoció el nuevo ministro austriaco de Interior, Wolfgang Sobotka, durante una rueda de prensa con su homólogo italiano, Angelino Alfano, en Brenner.
«El número de inmigrantes clandestinos ha caído hasta prácticamente cero estas últimas semanas» admitió el ministro austriaco.
La Unión Europea autorizó el jueves la prolongación excepcional de los controles en las fronteras del espacio Schengen para los cinco países -incluida Austria- que los restablecieron excepcionalmente en septiembre, en el momento más fuerte del flujo migratorio hacia Europa.
AFP