Steven Spielberg , Walt Disney, Roald Dahl y Melissa Mathison, guionista de E.T: El extraterrestre. Una combinación que no podía fallar y que el principal festival del mundo no podía perderse. Por eso, el estreno mundial de El buen amigo gigante (The BFG) generó el revuelo propio de las grandes jornadas de la historia de Cannes.
Las referencias a E.T. no son antojadizas ni se cierran en la presencia de Mathison (fallecida en noviembre último) en la transposición o en que ambas películas tuvieron su estreno mundial en Cannes .
El buen amigo gigante significa el regreso de Spielberg al universo de las aventuras fantásticas para todo los públicos tras algunos fracasos (como Hook) y de otros films que quedaron un poco por debajo de las expectativas (Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, Las aventuras de Tintín: El secreto del unicornio).
En el caso de El buen amigo gigante, arranca como una deslumbrante (sólo en el terreno visual) historia sobre la relación entre Sophie (Ruby Barnhill), una niña de diez años que vive en un orfanato, y el querible monstruo al que alude el título (Mark Rylance), pero en su segunda mitad se convierte en lo que todos esperaban: una entrañable historia de amor más allá de las diferencias concebida a pura emoción y con una larga secuencia ambientada en el palacio de Buckingham con la mismísima reina de Inglaterra (Penelope Wilton) que resulta hilarante y brillante.
Acompañado por Rylance, la pequeña Barnhill, Wilton y Rebecca Hall, Spielberg charló con la prensa luego de la función matinal de El buen amigo gigante, presentada aquí fuera de competencia.
«Desde que le leí el libro a mis hijos cuando eran pequeños y vi lo bien que funcionaba con ellos siempre quise filmar esta película. Cuando Melissa (Mathison) se sumó como guionista y la familia Dahl nos apoyó tuve en claro que quería ser no sólo el productor sino también el director», aseguró el realizador de Tiburón y La lista de Schindler.
«La película tiene mucha más trama y bastantes diferencias con el libro, pero los valores de la amistad en las diferencias siguen siendo los mismos», aseguró Spielberg. Con respecto a su prolífica relación artística con Mark Rylance (que venía de protagonizar Puente de espías y estará también en su próximo largometraje, Ready Player One), aseguró: «Encontré no sólo a un actor brillante y generoso sino también a un gran amigo, a un compañero de rutas, nuestra relación laboral y de amistad es un sueño hecho realidad. Ver la transformación que hizo para ser BFG fue una de las experiencias más fascinantes de toda mi carrera».
Consultado sobre su creciente tendencia a filmar en Inglaterra, indicó que «desde que en 1980 rodé allí Los cazadores del arca perdida volví muy seguido. Creo que entiendo a los británicos y es prácticamente mi país adoptivo. Además, trabajar con actores de ese origen, que tienen una formación brillante, te evita muchas complicaciones. Mi próxima película también la haré allí en los próximos meses».
Fuente: LA Nación