Policías franceses salieron a la calle el miércoles para protestar por lo que describieron como odio en su contra. Los agentes tenían previsto reunirse durante sus descansos para comer en unas 60 ciudades de todo el país, incluida la plaza de la República en París, para denunciar los violentos choques casi diarios en las protestas contra la reforma laboral de las últimas semanas.
El presidente francés, François Hollande, dijo el martes que 350 agentes han resultado heridos en enfrentamientos y 60 personas han sido condenadas.
AFP