Kilbirleyth Smith Puente Salinas, de 23 años y Mel Jaybert Atencio González, de 22, fueron víctimas de antisociales en la autopista Francisco Fajardo (Antimano) y la vía a El Junquillo
El detective del Cicpc, Kilbirleyth Smith Puente Salinas (23) y el sargento segundo de la Guardia Nacional Bolivariana, Mel Jaybert Atencio González (22), murieron tras resultar víctimas del hampa desbordada en la ciudad de Caracas en las últimas horas.
Puente Salinas estaba adscrito a la División Antiterrorismo, ayer en la mañana circulaba por la autopista Francisco Fajardo, vía centro, y tuvo que orillarse a la altura de Antímano porque su moto presentó desperfectos.
Dos delincuentes lo abordaron para asaltarlo, le dispararon en el costado izquierdo y se fueron sin llevarse la moto.
Una comisión de la PNB lo auxilió, trasladándolo al hospital Pérez Carreño, donde certificaron su muerte.
Asesinaron a militar
en vía a El Junquito
En el mismo centro asistencial dejó de existir el sargento segundo de la GNB, Mel Atencio, tras recibir un disparo el martes 3 de mayo durante un procedimiento en la vía de El Junquito.
Atencio, de origen wayúu, estaba destacado en el puesto de control del kilómetro 4 con otros efectivos cuando les notificaron de un secuestro en pleno desarrollo en el kilómetro 12, entrada al barrio Luis Hurtado, a las 7:30 de la noche.
El sargento iba al frente de la comisión y los delincuentes que estaban en un vehículo los recibieron a tiros.
Fue trasladado al centro asistencial, fue operado, estaba en terapia intensiva y el martes a las 2:00 de la madrugada dejó de existir.
Su madre y su tía vinieron del estado Zulia, para llevarse el cuerpo a El Moján, donde será sepultado.
Guillermina del Carmen González contó que el 3 de mayo les avisaron de lo ocurrido y se dirigieron a Caracas
El joven militar estudió en Maracaibo y tenía tres años destacado en la capital. Ella aspira que “encuentren a los que le hicieron eso a mi sobrino”.
Mel era el menor de cuatro hermanos.
Muere adolescente
en zona de El Hatillo
El adolescente Freddy Alejandro Ramírez Acosta (17) murió el martes, tras recibir un disparo en la cara y otro en la espalda, cuando se encontraba en Turgua, sector de la zona rural de El Hatillo.
Ramírez fue con otros jóvenes a limpiar el conuco de su abuela, y a las 11:00 de la mañana se devolvió para su casa a buscar aceite para engrasar la podadora. Iba con un amigo y un primo, en el trayecto se sentaron a descansar y se escucharon unas detonaciones.
Al verlo caer herido, los acompañantes de Ramírez regresaron al conuco a pedir auxilio, y finalmente el dueño de la vivienda de la cual supuestamente provinieron los disparos, lo llevó en su carro al CDI de Baruta, no lo atendieron, fue trasladado al CDI de Chuao y finalmente al hospital del Llanito, donde falleció.
Al parecer fue una mujer la que disparó. Freddy estudiaba 4º año en el liceo Mano Amiga, era el menor de 4 hermanos.
Su hermano Walter Ramírez dijo que los muchachos estaban sentados en la carretera, cuando les dispararon. El caso está siendo investigado por la subdelegación del Cicpc de El Llanito, donde han rendido declaraciones varias personas.
82 menores han muerto violentamente este año.
De balazo en el
cráneo muere mujer
A consecuencia del disparo que recibió en la cabeza, murió Kelly Briyith Colmenares Polo (20) cuando cenaba dentro de su residencia, al final de la calle El Lago, sector Sierra Nueva, Gramoven, Catia.
El hecho se registró el lunes a las 10:30 de la noche. En la parte alta se desarrollaba una balacera entre delincuentes y una de las balas entró por el techo de la casa de Colmenares.
Sus familiares la trasladaron al hospital de Los Magallanes de Catia, donde falleció el martes.
Con Colmenares suman 62 mujeres ultimadas en Caracas en lo que va de año.
Un solicitado
Jordan José Peña León (20) murió tras enfrentarse con una comisión del Cicpc en el bulevar Leonardo Ruiz Pineda, en la avenida principal de San Agustín del Sur.
Peña estaba requerido por su presunta participación el asalto perpetrado contra el inspector Reinaldo Véliz, ocurrido el 22 de marzo, en San Agustín del Norte.
En aquella ocasión el funcionario despojado de su arma de fuego, demás pertenencias, resultó herido y aún se encuentra convaleciente.