La protesta se cumplió en un 100%. Los profesionales del volante esperan que esta manifestación, cuyo motivo fue el secuestro y asesinato de un compañero de labores, de los frutos deseados por ellos, en cuanto a los recorridos constantes y puntos de control por parte de los funcionarios policiales
Por tercer día consecutivo se llevó a cabo el paro de transporte en el municipio Rafael Urdaneta de los Valles del Tuy, realizado por el Bloque de Conductores Urbanos de la entidad, en protesta por el secuestro y asesinato de un directivo de la línea Libertador de Cúa, ocurrido la madrugada del pasado lunes en el sector Antonio José de Sucre del barrio Bicentenario.
Un vocero de la referida organización, indicó que el paro se cumplió en un 100% y aseguró que el mismo también fue apoyado por los usuarios. “Los pasajeros nos apoyan, porque estamos luchando, no solo por la seguridad de los transportistas, sino por la de todos, el beneficio es colectivo”, expresó.
El portavoz de los choferes destacó que espera que esta protesta de los frutos deseados. “Esperamos que los funcionarios que prestan seguridad en el municipio, como la Guardia Nacional Bolivariana, Policúa y Polimiranda, cumplan con la realización de operativos, recorridos y puntos de control, no podemos seguir trabajando estando tan inseguros”, aseguró.
Ayer en la tarde, los profesionales del volante asistieron a la sepultura de Daniel José Peña Rivero (41), realizada en el Cementerio Municipal de Cúa, en donde le rindieron un homenaje póstumo. Como se recodará el cuerpo sin vida de Peña fue hallado la mañana del miércoles en el sector La Palmita de la carretera Cúa-Casimiro, con un tiro en la cabeza.
Cabe destacar, que las diez organizaciones de transporte urbano, participaron en la manifestación. Ayer solo trabajaron en esa localidad, las líneas suburbanas y “conductores piratas”, que llevaron a la gente hasta el centro de Cúa.
“A patica”
Durante el día en el casco central de Cúa se observaron pocas personas, por lo que la actividad comercial mermó considerablemente. La mayoría de los lugareños que viven en las adyacencias del pueblo tuvieron que trasladarse al centro caminando o en mototaxis.
MIP-TUY Agencia/M.C.
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