Artículos escritos para La Voz por los profesores de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela. La responsabilidad de las opiniones emitidas en sus artículos y Notas Internacionales es de los autores y no comprometen a la institución.
Es común encontrar que, al abordar las principales noticias y acontecimientos que van ocurriendo en el mundo, nos enfoquemos en un aspecto particular del hecho noticioso. Pero cada día, la complejidad de la realidad nos invita a tener criterios más amplios para una mejor comprensión de las cosas que nos preocupan. En el caso de las noticias internacionales, esta multiplicidad de enfoques resulta más comprensible, ya que el hecho social repercute en maneras distintas, y así un hecho político debe ser analizado en sus consecuencias económicas, sociales, e incluso hasta ambientales, para mejorar la comprensión de lo que está sucediendo.
En noticias anteriores hemos visto que las proyecciones de desempeño económico para el año 2016 han sido muy tímidas, o mejor dicho, se proyectaban con un crecimiento por debajo del 1 %. Pero en el mes de abril, estas proyecciones fueron corregidas y, con un mayor pesimismo, se arriesgaron a asumir que la región de América Latina iba a tener un desempeño negativo, con una contracción de -1,5 %. Y si bien las condiciones del entorno económico mundial no favorecen a un crecimiento económico sostenido y sólido de la región latinoamericana, los informes de la Cepal y el FMI observan que la debilidad se concentra más en factores internos de las economías que en los efectos de los factores externos.
Por otra parte, también hemos sido testigos de noticias de procesos políticos controvertibles como los que viven en estos momentos Brasil con el juicio político, o también llamado Impeachment, de la presidenta Dilma Rousseff, y también, en el caso venezolano, el llamado a un Referéndum Revocatorio al presidente Nicolás Maduro. Ambos hechos políticos se muestran como una de las principales causas para proyectar una caída de la producción latinoamericana.
Volviendo a lo económico, si bien la región presenta una diversidad de realidades, y podemos ver que la subregión de Centroamérica y el Caribe se encuentran en un proceso de tímido crecimiento, estas economías se ven afectadas por el desempeño económico de sus vecinos suramericanos, mientras que la parte sur del continente presenta condiciones más adversas por desequilibrios internos y una mayor vulnerabilidad a los cambios externos, como la caída del precio de las materias primas o el aumento de los tipos de interés en los Estados Unidos. Las estimaciones de desempeño económico de estos dos países son las más negativas de toda la región con -4 % para Brasil y -8,5 % para Venezuela.
De esta manera podemos decir que, aunque no parezca tan evidente ni directamente concluyente, los procesos políticos tienen un entorno económico que les afecta y les condiciona su actividad, y no es raro ver que en aquellos países con recesión económica, el entorno político sea más turbulento. Del mismo modo, podemos ver una relación mucho más clara entre el desempeño económico de los países de la región y la estabilidad política. Mientras por un lado vemos a países que se acercan a un crecimiento tímido por encima del 2 %, tales como México y Colombia, o a países con alto crecimiento como República Dominicana y Panamá, (sobre el 6 %), vemos cómo los procesos políticos en países como Brasil, Venezuela e incluso Ecuador y Argentina, les orienta a un desempeño económico negativo, que termina por afectar al crecimiento de la producción en toda la región.
Luis Angarita