Hace la pole position en el nuevo circuito estadounidense de Austin y Alosno queda rezagado al octavo lugar. Maldonado saldrá décimo
El alemán Sebastian Vettel (Red Bull), ganador de los últimos dos Mundiales de Fórmula Uno y líder de éste, dispondrá hoy de su primera oportunidad de convertirse en el tricampeón más joven de la historia desde la ‘pole’ del Gran Premio de Estados Unidos, en el que el español Fernando Alonso (Ferrari) saldrá octavo.
Vettel -que lidera el campeonato con 255 puntos, diez más que el doble campeón mundial asturiano- gozará mañana, en el recién inaugurado Circuito de las Américas, en Austin (Texas), de su primera ‘bola de partido’ de un Mundial que Alonso intentará que no se decida hasta una semana después, en Sao Paulo, sede del Gran Premio de Brasil, el último de los veinte de este campeonato.
De momento, el alemán ha dado otro golpe de efecto al firmar la trigésima sexta ‘pole’ de su carrera en F1 en su centésimo Gran Premio, en el que ha liderado desde el viernes todas y cada una de las clasificaciones.
Si el viernes Vettel había sido el más rápido en los primeros dos entrenamientos libres, ayer sábado no sólo fue el mejor en el tercero y último, sino que también dio otro golpe psicológico al marcar el mejor tiempo en las tres sesiones de la cronometrada principal.
La superioridad del Red Bull diseñado por el inglés Adrian Newey -el ingeniero estrella de la F1- combinada con el talento del campeón de Heppenheim asustan en Austin, donde Vettel firmó su sexta ‘pole’ del año al cubrir los 5.516 metros de la pista tejana, en un tiempo de un minuto, 35 segundos y 657 milésimas, 271 menos que el inglés Lewis Hamilton (McLaren), que saldrá junto a él desde la primera fila.
Los de atrás
Detrás de ellos lo harán el otro Red Bull del australiano Mark Webber y el Lotus del finlandés Kimi Raikkonen, que avanzó una plaza gracias a la sanción de cinco puestos impuesta a su compañero francés Romain Grosjean, que sustituyó la caja de cambios de su monoplaza y del cuarto descendió al noveno.
Lo que sirvió para que Alonso, que nunca se sintió a gusto en una calificación en la que fue undécimo en la Q1 y noveno en la Q2, avanzara un puesto. El doble campeón mundial asturiano giró en un minuto, 37 segundos y 300 milésimas -a un segundo y seis décimas del crono de Vettel- y acabó noveno, pero saldrá octavo.
Fernando arrancará al lado del alemán Nico Huelkenberg (Force India) -séptimo- y, en esta ocasión, por detrás de su compañero brasileño en Ferrari, Felipe Massa, que lo hará desde la tercera fila junto al ‘hombre-récord’ de la F1, el alemán Michael Schumacher (Mercedes), que, después de estorbarle al de Oviedo en una de las vueltas de la Q2, saldrá quinto en Austin.
Maldonado décimo
Detrás tendrá al sancionado Grosjean y a Pastor Maldonado (Williams), único venezolano en ganar una carrera de F1 -el GP de España, en mayo- y que saldrá décimo, después de haber firmado en Abu Dabi, donde fue quinto, su segundo mejor resultado del año.
El mexicano Sergio Pérez (Sauber) -segundo en Malasia y en Monza; y tercero en Canadá-, que el año que viene será piloto McLaren, buscará agradar a sus numerosos compatriotas presentes en el Circuito de las Américas remontando desde la decimoquinta plaza.
Y el otro español en pista, Pedro de la Rosa (HRT) lo hará desde la vigésima tercera.
Alonso intentará salvar la primera bola de partido para Vettel, que será campeón hoy si gana y Fernando no es como mínimo cuarto; si es segundo y el español entra noveno, o detrás de ese puesto; o si finaliza tercero y el de Oviedo no puntúa.
Si así fuera, pulverizaría la plusmarca del malogrado Ayrton Senna, que en 1991 ganó su tercer mundial con 31 años y 213 días. Si ‘Seb’ se anota su tercer título seguido en el espectacular circuito estadounidense, lo hará con 25 años y 138 días.
Alonso, que después de la calificación advirtió de que tiene la «extraña sensación» de que hoy va a «recortar puntos» a su rival, no pierde la esperanza de celebrar su tercer título en el escenario de los dos primeros dos, que festejó, en 2005 y 2006, con Renault: el circuito paulista de Interlagos, donde también mejoraría -en 94 días- el récord del mito brasileño