Diego de Pablos, periodista de RCR, su camarógrafo Carlos Melo, y la corresponsal del diario español El Mundo, Salud Hernández-Mora, presuntamente secuestrados por guerrilleros del ELN.
CORTESIA
La información sobre la situación de los periodistas ha sido difícil de confirmar, tanto para autoridades como para medios, por la precariedad de las comunicaciones en esa región fronteriza con Venezuela
Al menos tres periodistas se encuentran desaparecidos en la convulsa región del Catatumbo, ubicada en el noreste de Colombia y donde existe una fuerte influencia guerrillera, informaron este martes autoridades y medios, que señalan al ELN como responsable de retener a los comunicadores.
La periodista española Salud Hernández fue vista por última vez el sábado mientras trabajaba en el Catatumbo, donde según las autoridades también desaparecieron el lunes también al menos dos empleados de la cadena local RCN, mientras informaban sobre lo ocurrido a la reportera.
El presidente Juan Manuel Santos dijo que dio «instrucciones al comandante del Ejército y al director de la Policía que se trasladen al sitio para reforzar todos los operativos para buscar a Salud Hernández y a los dos reporteros que todavía no aparecen».
«Anoche había cinco reporteros (desaparecidos): dos de Caracol, uno de la agencia EFE, dos de RCN. Aparecieron los de Caracol, apareció el reportero de la agencia EFE, los dos de RCN todavía no han aparecido», precisó.
Uno de los reporteros de Caracol, Diego Velosa, aseguró que ese día estaba con su equipo en Filogringo, en el municipio de El Tarra, donde supuestamente fue vista por última vez Hernández, cuando fueron «abordados por guerrilleros del ELN».
El presidente Juan Manuel Santos dijo que dio «instrucciones al comandante del Ejército y al director de la Policía que se trasladen al sitio para reforzar todos los operativos para buscar a Salud Hernández y a los dos reporteros que todavía no aparecen».
«Anoche había cinco reporteros (desaparecidos): dos de Caracol, uno de la agencia EFE, dos de RCN. Aparecieron los de Caracol, apareció el reportero de la agencia EFE, los dos de RCN todavía no han aparecido», precisó.
Uno de los reporteros de Caracol, Diego Velosa, aseguró que ese día estaba con su equipo en Filogringo, en el municipio de El Tarra, donde supuestamente fue vista por última vez Hernández, cuando fueron «abordados por guerrilleros del ELN».
«Nos retuvieron por espacio de tres horas y tras tres horas de interrogatorio nos quitaron todos los equipos (…) y nos obligaron a salir del lugar», relató Velosa, quien aseguró que poco antes, en la misma zona, «fue retenido un equipo de periodistas del canal colega RCN».
La ONG colombiana Fundación para la Libertad de Prensa (Flip) manifestó «su preocupación por las agresiones» y denunció que el «ELN tendría en su poder a (los) periodistas».
Ya el lunes, el diario español El Mundo, del cual Hernández es colaboradora, había informado que la reportera estaba «secuestrada por la guerrilla».
El Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista) y el gobierno anunciaron en marzo el próximo comienzo de conversaciones de paz, que se han frenado por la negativa de esa guerrilla a renunciar al secuestro.
El jefe negociador del gobierno con el ELN, Frank Pearl, escribió en Twitter que «si @ELN_Paz secuestró a @saludhernandezm, Diego de Pablos y Carlos Melo, debe liberarlos cuanto antes», nombrando a los periodistas desaparecidos.
«La libertad de expresión es un derecho y una de las mayores garantías para construir paz», aseguró.
¿Desaparición o secuestro?
Aunque el gobierno informó que, además de Hernández, son dos los reporteros aún desaparecidos, la Flip reportó que hay tres periodistas locales en «paradero incierto», dos de RCN y otro del que no se tiene información.
También el fiscal general, Jorge Perdomo, dijo en rueda de prensa que los desaparecidos son dos periodistas de RCN y «un acompañante», detallando que tanto a ellos como a Hernández se les está intentando rastrear por sus teléfonos móviles.
EFE, por su parte, confirmó las agresiones a los reporteros y puntualizó que el camarógrafo que trabajaba para ellos en la zona es un colaborador ocasional de la agencia.
Lissy de Abreu / AFP
