El régimen no solo insiste en continuar con la misma política económica, sino que pretende seguir profundizando este modelo fracasado
En un país en el que no tenemos suficiente comida y en el cual millones de venezolanos están pasando hambre, a Nicolás Maduro y su combo solo les preocupa y ocupa ver cómo pasan de diciembre “por ahora”, mientras que a nuestro pueblo les preocupa cómo llegar a fin de mes.
El régimen no solo insiste en continuar con la misma política económica, sino que pretende seguir profundizando este modelo fracasado, prorrogando la emergencia económica y decretando un estado de excepción con la única intención de fortalecer a ese chavismo descontento, que hoy en día no quiere nada con el madurismo-cabellismo.
Todo esto a pesar que bajo el decreto de emergencia económica aumentaron el desabastecimiento, las colas, la escasez, y el hambre del pueblo venezolano. Es de imaginarse los catastróficos resultados que nos viene con esta emergencia, ahora repotenciada con un estado de excepción. Entre otras cosas continuará la devaluación del bolívar, y por ende, cada día seremos más pobres.
Si el gobierno de verdad quisiera que apareciera la comida, devolvería al sector privado las empresas expropiadas y confiscadas en los últimos años, ya que ninguna de estas produce en la actualidad.
Si Maduro tuviese al menos un poco de inteligencia y sensatez, antes de amenazar con tomar plantas, repasaría el cementerio de proyectos fallidos y empresas arruinadas en estos 17 años. Empezando por la siderúrgica y las cementeras, las fábricas de carros iraníes, los sembradíos organopónicos, hasta las más de 300 empresas de alimentos.
La amenaza de este gobierno incapaz y hambreador de tomar las plantas de Polar no es solo contra sus accionistas y trabajadores, sino contra millones de venezolanos que se alimentan gracias a estos productos. Este amedrentamiento contra la empresa de los Mendoza, no es más que una demostración del desprecio que sienten por el hambre del pueblo y por la crisis humanitaria que estamos viviendo.
La verdad es que esta emergencia económica no se resuelve con un decreto y que mientras este gobierno siga al frente de los destinos del país, lamentablemente la catástrofe económica está garantizada.
La estrategia del régimen autocrático es sobrevivir, administrando los tiempos como lo hicieron con la enfermedad y la muerte de Chávez. La diferencia es que los lapsos están ahogando la gobernabilidad: el país está enfermo por los cuatro costados.
Por estas razones y más es que cada día los ojos del mundo están más puestos sobre Venezuela.
Una prueba de que este régimen no sabe qué hacer para que salgamos de esta grave crisis, además de las múltiples improvisaciones, es que el propio Maduro ha dicho que este trance económico no se superará ni este año, ni en el 2017. Tiene razón Nicolás, y es que mientras él siga al frente del país, esta dificultad nunca se superará, pero con un nuevo gobierno, que simplemente sustituya a este modelo fracasado de controles por uno de libertades, no tengo la menor duda que lograríamos ese «milagro económico» en nuestro país.
Desde la Alternativa Democrática debemos actuar con responsabilidad, y desde Unidad Visión Venezuela estamos claros que parte de nuestro trabajo necesario en la reconstrucción que debemos iniciar una vez que se produzca el cambio de gobierno, está la de repatriar ese capital mal habido, en el cual por cierto existen importantes precedentes internacionales.
Finalizo diciendo que hoy en día la Unidad es la opción y el gobierno representa la amenaza para el pueblo venezolano.
Omar Ávila
@omaravila2010