La selección que comanda Oscar Silva está haciendo historia. El clásico “antes y después” se aplica al baloncesto femenino venezolano con un grupo que sigue logrando hitos y el mes próximo intentará seguir pisando fuerte cuando dispute en Nimes, Francia, un cupo para los Juegos Olímpicos de Rio.
Por ahora, luego de la sonora participación panamericana en 2015, las chicas alcanzaron otro logro inédito: subir al podio como subcampeonas suramericanas rompe el tradicional 1-2 de Brasil y Argentina en un certamen que, además, dejó el hecho inédito de la salida gaucha de los tres primeros lugares, desalojada por un pujante equipo colombiano que le derrotó por apenas 2 puntos en la lucha por el bronce.
La superioridad brasileña quedó de manifiesto en una primera mitad con resultado 55-25. Las venezolanas pusieron empeño en remontar y hasta dominaron los parciales de ambos cuartos finales, 23-20 y 27-19, pero el rival supo manejar las circunstancias para que su victoria no se viera en peligro. Es la 85ª victoria seguida para las amazónicas, que conquistan el título regional por 16ª vez, inamovibles en su jerarquía y ahora apostando a hacerse fuertes como anfitrionas de la cita olímpica.
Iziane Castro, elegida la Jugadora Más Valiosa del Suramericano, encabezó la ofensiva brasileña con 20 puntos, mientras Roselis Silva lideraba a las criollas con 18, Ivaney Márquez, Waleska Pérez y Sharol Renault aportaron 13 cada una.
Para la selección venezolana representa un paso más en su evolución. Ha alcanzado las cotas más altas en la historia de la disciplina y, además cuenta con un cuadro todavía en desarrollo, individual y colectivamente. Es decir, debe ir a más, dado el talento y juventud de sus jugadores y la buena conducción de un experimentado docente como Silva. Falta afinar ciertas cosas en el funcionamiento con la destreza que da el trajín diario, y el sostenido progreso del grupo –a la par de su dedicación e integración- llama a ser optimistas.
El próximo junio, entre el 13 y el 19 en Nantes, Francia, será la disputa del repechaje en busca de un lugar en los Juegos Olímpicos. Nada fácil, desde luego, pero un logro que, a juzgar por la forma como marchan las cosas, está al alcance de las venezolanas.