El principio básico de igualdad de oportunidades sobre las que debe fundarse una sociedad democrática y de justicia no puede materializarse si el Estado no actúa para ayudar y proteger para que la gente, con su propio esfuerzo, pueda salir de la pobreza
Es comprensible que a la crisis social haya dedicado el mayor espacio en esta serie de comentarios. La crisis social tiene que ver directamente con la existencia de la gente, del ciudadano común, del venezolano de a pie.
Y ese venezolano esta cada día peor, cada día más pobre, cada día con menos esperanzas. No consigue comida, ni trabajo, ni vivienda, ni salud, ni transporte, ni educación, ni recreación, ni jubilación.
El principio básico de igualdad de oportunidades sobre las que debe fundarse una sociedad democrática y de justicia no puede materializarse si el Estado no actúa para ayudar y proteger para que la gente, con su propio esfuerzo, pueda salir de la pobreza de forma definitiva, porque solo así se logra promover y respetar la dignidad de cada persona.
Es un atentado contra la dignidad de los pobres hacerlos depender permanentemente de las dádivas de un estado protector.
La política asistencial debe ser reformulada con el propósito de lograr la dignificación de las personas por lo que todo el que reciba ayuda del Estado deberá incorporarse a las distintas opciones del proceso educativo para lograr su inclusión en el proceso productivo y la obtención de un empleo de calidad, bien remunerado y con seguridad social que lo emancipe definitivamente de la dependencia del mismo estado.
Educación, empleo, seguridad y asistencia social, deben estar inscritos dentro de un gran objetivo nacional de superar la pobreza y garantizar la inclusión como requisito para el progreso, el bienestar y la ampliación y consolidación democráticas.
Todas estas cosas que hemos mencionado solo pueden lograrse en un ambiente de unidad nacional.
En un clima de respeto y de reconocimiento a todos los puntos de vista. Aceptando nuestra diversidad como sociedad y como pueblo.
La dinámica democrática se cumple en un juego de coincidencias y divergencias, consensos y desacuerdos, procesados a través del diálogo, del respeto recíproco en todas las instancias de la vida pública.
Si algo le ha hecho daño a Venezuela en los últimos lustros es la cultura de la confrontación sistemática y la siembra del odio.
Si algo necesitamos para los próximos años es sustituir esa cultura por una de respeto, de diálogo y de búsqueda de consensos.
Los procesos traumáticos sufridos por otros países que se dejaron ganar por la división, la confrontación y el odio entre compatriotas deben aleccionarnos para, desde todos los espacios del país, promover una cultura de paz, civilidad, respeto y entendimiento.
El día más importante de la cristiandad, cuando se celebra la resurrección de Cristo, Su Santidad el Papa Francisco nos volvió a recordar a los venezolanos que el camino para superar todos nuestros problemas es el del dialogo y el respeto reciproco. Seguiremos conversando.
“Si algo le ha hecho daño a Venezuela en los últimos lustros es la cultura de la confrontación sistemática y la siembra del odio…”
Eduardo Fernández
@efernandezve