“La Verbena de la Paloma”
Tuvimos la oportunidad de disfrutar un excelente montaje, en el Centro Cultural Chacao, de “La Verbena de Paloma”. Un sainete lírico, escrito por Ricardo de La Vega y con la música de Tomas Breton, defensor de la ópera española, podríamos hablar de un clásico del considerado género chico. Su importancia nace de ser la zarzuela más rodeada de anécdotas de muy diversas índoles, y las zarzuelas más difundidas, alcanzando un rotundo éxito en todos los escenarios de Europa y América donde fue presentada.
Su historia
Se dice que es inspirada en un hecho real de un joven, cajista de imprenta, que provoca por celos un escándalo en una verbena popular ya que su novia iba acompañada de un anciano boticario. La zarzuela se estrenó en el Teatro Apolo de Madrid, “Catedral del Género chico”, el 17 de febrero de 1894.
Por su parte, el maestro Breton, seguidor de la ópera, pudo increíblemente, concebir y terminar su musicalización en diecinueve días logrando una maravillosa partitura inspirándose en el Madrid popular de aquel momento y escribiendo por calles y bares, bancos y plazuelas lo que hoy es modelo de composición en muchos conservatorios europeos.
La parte musical correspondió a la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho. Pianista invitada Jhomarni Martínez, bajo la magistral batuta de la inmejorable maestra Elisa Vegas, quien cada dia se supera, ya que busca la perfección desde el podio de directores musicales y se constituye en un ejemplo de cómo se hacen las cosas con calidad y excelencia.
El reparto en la puesta en escena fue el siguiente:
-Cayito Aponte, uno de los mejores actores de nuestro teatro y televisión venezolana, tiene la responsabilidad de llevar a escena a Don Hilario, el boticario. Cayito, como siempre lo hace en cada una de sus presentaciones, dictó clase magistral de lo que se debe hacer y cómo se tiene que hacer, logrando muy excelentes comentarios del público asistente.
-Francisco Morales. Le toca darle vida a Julián, el joven trabajador de una imprenta que provoca un escándalo por celos durante las fiestas patronales en honor a la Virgen de la Paloma. Su bien timbrada voz de tenor lírico y su seguridad escénica lo llevan a demostrar la capacidad de esos nuevos valores del canto académico en Venezuela.
-La Seña Rita. Le correspondió interpretarlo a la exquisita soprano Mónica Danielle, quien pudo demostrar su conocimiento escénico y dejar ese testimonio de venir de una gran familia de cantantes y gente de teatro. Su padre, Sergio Danielle, fue uno de los barítonos más queridos en toda América y en su oportunidad cautivó al público venezolano, como lo hace hoy su hija Mónica.
En los papeles de Susana y de Casta vimos con mucho agrado a las noveles sopranos venezolanas: Amelia Hernández y a Inés Arrellano. Creemos que su porvenir es seguro tanto en el género de la zarzuela como el de la ópera, solo tienen que seguir trabajado como lo hicieron en su respetivos roles, demostraron calidad y solvencia en el escenario.
Merecen mención especial atención las bailaoras de flamenco del Dansestudios, encabezadas por Deilwef Stepheherson (La Bronce). Señalamos también a Norma Monasterio (cantaora), José Rafael Silva (Don Sebastián),
Carlos Jorgez (sereno), Dalfo Nitoli (tabernero), Kevin Jorges (inspector), Luis Augusto Barrero (sereno), Diego Abreu, Kevin López, Angélica Ruiz y a Sara Scuzarello, por su aporte y buen desarrollo en el trascurso de la puesta en escena.
Hemos querido dejar para el final al actor Juan Solórzano, La Chiky, ya que de él debemos decir que al parecer se le olvidó que se encontraba interpretando una zarzuela y que se necesitaba un actor o actriz y no un mal payaso de circo malo. Sobreactuó y casi se pierde la esencia de lo que representa la Verbena de la Paloma, aunque el público se divirtió con sus ridiculeces, aunque ese nunca debió ser el sentido que se le debió dar al personaje de la Tía Antonia.
La dirección escénica correspondió al maestro Miguel Issa, que aunque jamás debió permitir la actuación realizada por Solórzano, no dejamos de reconocer su capacidad, su profesionalismo y la buena mano en esta puesta en escena de la Verbena de La Paloma. Reconocemos que al mejor cazador se le va la liebre y pensamos que fue el caso de Issa con la Tía Antonia
Apreciamos un buen diseño escénico y una maravillosa escenografía, la cual estuvo a cargo de Enrique Berrizbeitia. Un vestuario de primer orden a cargo de Silvia Vidal y fabuloso coro que dirigió el maestro Raúl Delgado Estévez.
Salomón Benshimol R
sbenshimol@yahoo.com