El gubernamental Partido Revolucionario Institucional (PRI) quedó relegado en la elección de 12 gobernadores el domingo, al sufrir históricas derrotas en importantes bastiones como Veracruz (este) y Tamaulipas (noreste), en unos comicios considerados como un termómetro para las presidenciales de 2018.
El PRI, que gobernaba nueve de esos 12 estados, perdió en seis de ellos, retuvo tres y ganó dos, dejando siete en manos del opositor Partido Acción Nacional (PAN, conservador).
Estos resultados fueron considerados como un triunfo «histórico» y un importante paso de cara a 2018 para el PAN, partido que gobernó México entre 2000 y 2012, acabando con la hegemonía del PRI.
Con un 86% de las actas escrutadas, el PAN ganó la gobernación del estado petrolero de Veracruz en alianza con el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) con un 34,16% de los votos contra 30,44% para el PRI y 26,49% para el izquierdista Morena, del excandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
Veracruz era el mayor trofeo de estas elecciones: tercer estado más poblado del país y uno de los más afectados por la violencia del narcotráfico, es el que históricamente ha dado más votos al PRI, que lo ha gobernado por más de 80 años.
AFP