Nicolás Maduro, anunció este martes la creación de un nuevo ministerio para dirigir el desarrollo del sector minero en un país que busca diversificar sus ingresos en divisas, tras la merma producida por el desplome de los precios del petróleo
El Gobierno comenzó a buscar este año alianzas con inversionistas internacionales para impulsar la producción de oro y reducir la fuerte dependencia a las ventas de crudo, que aportan más del 90% de las divisas a Venezuela, según reseñó Reuters.
Maduro dijo que el país tiene previsto certificar «muy pronto» una de las reservas más grandes del mundo del metal.
«Anuncio la creación y designación del nuevo ministerio del poder popular para el desarrollo minero ecológico», dijo Maduro en su programa semanal Contacto con Maduro transmitido por Venezolana de Televisión (VTV).
El mandatario Nacional designó al frente de la cartera a Roberto Mirabal, quien asumirá funciones que cumplía el ministro de Petróleo, Eulogio Del Pino, y su despacho formará parte de la vicepresidencia de Economía.
Mirabal deberá continuar el proceso de negociación con la minera canadiense Gold Reserve para buscar una solución a un prolongado conflicto por arbitraje con la firma, que reclama la indemnización de 750 millones de dólares tras el abrupto fin de una concesión que mantuvo Venezuela hasta 2009.
El Estado venezolano, que también tiene grandes reservas de hierro, bauxita y minerales estratégicos como coltán y diamantes, intentó impulsar la minería bajo la administración del expresidente Hugo Chávez.
Pero la estrategia no incrementó la extracción de las cuantiosas reservas durante su mandato, quien resolvió en 2011 eliminar el despacho de minería y dejar la actividad bajo control del ministerio de petróleo.
La empresa estatal Minerven y la Corporación Venezolana de Minería impulsada por Chávez, ahora estarán bajo la supervisión del nuevo ministro, anunció Maduro.
Pues el Gobierno busca una vez más usar las enormes minas al sureste del país para incrementar sus ingresos de divisas, más allá del anuncio del martes de que el precio de la cesta de petróleo venezolana llegó a 40 dólares, tras un alza sostenida en las últimas ocho semanas.
En paralelo, el Ejecutivo negocia reintegrarse este año al Proceso Kimberley, organismo que busca detener el comercio de diamantes procedentes de zonas en conflicto. Venezuela, que se había retirado en 2008, quiere regresar con el objetivo de reanudar sus exportaciones de piedras preciosas. EU
YM