Preocupa que los intentos que hace el gobierno con la esperanza de minimizar los problemas que vivimos los venezolanos, producto de la guerra económica, se pierdan porque aún en el sistema de distribución y ventas de alimentos persiste la mafia bachaquera
Sin querer, en el momento en que uno menos cree y de cualquier lugar salta la liebre. Jamás imaginé que tan pronto los intentos que hace el gobierno por mejorar la distribución de alimentos a través de los CLAP para acabar con la guerra económica, se iba a presentar ante mí la primera oportunidad de descubrir y, por eso alertar al gobierno nacional que al buen estilo mexicano: “Al CLAP, ya se lo están CLAPvando”.
Hago esta referencia, no para sumarme a la campaña que pretende la oposición a través de Ramos Allup y Delsa Solórzano para echar vaina a este sistema de distribución de alimentos, sino porque me preocupa que los intentos que hace el gobierno con la esperanza de minimizar los problemas que vivimos los venezolanos producto de la guerra económica, se vayan a la mierda porque aún en el sistema de distribución y ventas de alimentos persiste la mafia bachaquera, que se ocupa de vender los alimentos destinados al pueblo a través de la organización comunal, a negocios particulares.
Precisamente, hoy me sorprendí cuando al comprar un pollo en una charcutería de mi ciudad, por cierto a Bs.2500 el kilo, porque, ¿a quién me le quejo de los precios, si no hay a quien?, detallé el paquete donde venía el pollo y, enseguida comprendí, como la canción, que estaba comprando un producto que solo debe ser distribuido por el Ministerio del Poder Popular para la Alimentación. Cuando hago referencia a esto es porque tengo la pechuga en mi mano.
Para entrar en más detalles, el pollo es brasileño, cuya marca es Frangosul. Escrito en el paquete, se puede leer: “Importado en Venezuela por Corporación de Abastecimientos y Servicios Agrícolas S.A. (CASA, S.A.). Sin duda esto obliga a hacerse las siguientes preguntas: si ese producto debe ser distribuido por el ministerio antes citado, ¿qué hace ese producto en negocios distintos a los que deben estar destinados, para su distribución al pueblo? ¿Se le puede augurar éxito al sistema de distribución de alimentos del gobierno (CLAP) si aún persiste el bachaquerismo oficial?
Espero que si alguien del gobierno o cercano a él, lee esta nota y, si cae dentro de sus responsabilidades, aplique a tiempo los correctivos necesarios y haga el seguimiento pertinente a los CLAP para que no se pierdan los esfuerzos, ni se le pongan en bandeja de plata las deficiencias del sistema para que Ramos Allup y seguidores gocen una bola criticando al gobierno y lo utilicen como excusa para ir a la OEA otra vez a mendigar favores de Almagro.
“¿Qué hace ese producto (el pollo) en negocios distintos a los que deben estar destinados, para su distribución al pueblo..?”
Jesús Rafael Barreto
aporrea.org