El pueblo quiere definir si desea continuar viviendo en el desastre que hoy vivimos o si quiere cambiar en busca del camino hacia una vida mejor
Ya la mayoría de los venezolanos estamos cansados de las obstinantes y pavosas cadenas presidenciales. Cada vez nos sentimos más ofendidos por el léxico que utiliza el que hoy ocupa la primera magistratura. Creemos realmente que él cree que se dirige a los miembros de su núcleo familiar, ya que se da una licencia de decir groserías y frases destempladas que ofenden la dignidad y el decoro de un país y de unos ciudadanos que siempre hemos sido y seguiremos siéndolo propiciadores de los principios democráticos y que si bien es cierto no compartimos su forma de gobernar no aceptaríamos la intervención de ninguna fuerza extraña en los asuntos internos de nuestra patria. Igualmente hemos señalado que nos oponemos, en forma radical, a un golpe de Estado, venga este de donde venga y mucho menos pensar que “Cuba y Venezuela son una sola patria”.
Por demócratas y ser seres que no quieren seguir viviendo en un país que ha retrocedido a la etapa de un tercer mundo, es que nos dirigimos no solo al mandatario nacional, sino también a sus segundones a moderar su verbo y no continuar insultando a todo aquel que se opone al actual régimen. Es verdad, reconocemos que el diálogo es una de las mejores opciones para enrumbar el destino de nuestra nación, pero igualmente pensamos que ese diálogo debe y tiene que ser canalizado por una agenda primaria y unos puntos que deben ser tratados de frente entre los oposición democrática y miembros del ente gubernamental, para ponerle un parado a las tantas mentiras que le dicen a los venezolanos.
El Revocatorio es hoy en día tan importante que seguramente se convertirá en la llave que abriría la puerta para solucionar los problemas de ambos lados. ¿Cuál es el miedo de enfrentarse? Ambas partes tiene la misma opción de ganar o perder. ¿O es que el chavismo tiene miedo de ser derrotado por el mal gobierno que nos rige hoy? El fallecido presidente Chávez jamás sintió miedo en enfrentarse a sus adversarios en el terreno que fuere y por eso no titubeó en enfrentarse al referendo revocatorio. Y resultó ganador del mismo. Ustedes, que hoy son maduristas, no quieren y tampoco tiene el valor de enfrentarse a ese Referendo Revocatorio porque saben que perderán y además tienen culillo de ser aplastados por los votos del 80 % de los venezolanos, tal como ocurrió el 6 de diciembre.
Es ahora el gran momento de la verdad. El pueblo quiere definir si desea continuar viviendo en el desastre que hoy vivimos o si quiere cambiar en busca del camino hacia una vida mejor. Si de verdad ustedes, maduristas, no tienen miedo, enfrenten el gran problema que hoy vivimos, entiendan, y que quede claro, que son mejores los votos que las balas y no sigan realizando esos actos descoloridos y fuera de tono, con gente llevada obligada y pagada en los autobuses de las entidades del gobierno, así como en otros privados, pagados también con el dinero del erario nacional, dinero que serviría para pagar el bono de medicamentos y alimentación de los viejitos o para miles de cosas más que hoy más que nunca se necesita para aliviar el hambre del pueblo. Creemos que es de mayor importancia, en lugar de realizar una concentración que no dice nada y que mucho menos le deja algo benéfico a nuestro pueblo, ya que solo son mentiras, más mentiras y además mal hablada, con un vocabulario soez y de mal gusto.
Si no lo creen, por favor, hemos perdido el tiempo y llegó el momento de que Maduro renuncie y deje libre el camino para reconstruir a nuestra amada Venezuela.
Salomón Benshimol R.
sbenshimol@yahoo.com